Los toros dan y quitan

PEDRO FERNÁNDEZ "HABANERO II " (1900 - 1923)

Solo para efectos ilustrativos

“El Torero Sale en Hombros de los Aficionados”

Aguafuerte de Pablo Picasso (1957)

Matador de novillos, nacido hacia el año 1900, falleció en la primavera de de 1923, a los 23 años de edad, a consecuencia de la cornada que le infringió una vaca en un tentadero, de una ganadería vallisoletana, que le fracturó el cráneo. Dejó mayor recuerdo de su bondad y simpatía que de sus facultades toreras. Fue hermano de Ramón, el también novillero del mismo apellido y apodo. No dudamos en que la sugestión del ejemplo de éste le impulsó a dedicarse al toreo, frecuentando capeas y funciones pueblerinas, en las que era conocido con el remoquete de “Perico el Tiembla”. En plazas de cierta categoría, incluso en la de Valladolid, comenzó toreando como subalterno en 1916. El 7 de junio de 1918 le proporcionó su hermano el puesto de sobresaliente en una novillada, y en 1919 trabajó muy poco y en modestísima jerarquía, como novillero. (Fuente: Crónica de don Juan José Zaldívar Ortega, de su obra, “Víctimas del Toreo”- Apartado de Novilleros)

ENRIQUE FERNÁNDEZ MÉNDEZ "CARBONERO" (1877 - 1923)

Novillero español natural de Madrid y nacido el 23 de junio de 1877, que fue corneado el domingo 22 de julio de 1923 en la Plaza de Toros “La Sevillana” de Villahermosa Tabasco, México. Ese día alternaba con los toreros Jesús Tenes y Francisco Montes con toros de Zaragoza de d. Nicolás Valenzuela. “El Carbonero de Madrid” venía de la Ciudad de México, y a su paso por el poblado de Frontera, estado de Tabasco, toreó con éxito en dos festejos  los días 17 y 24 de junio, llegando a Villahermosa los primeros días de julio de 1923, donde con ciertos apuros y la ayuda de aficionados  logró que lo incluyeran en la última corrida de la temporada, por estar previamente confeccionados los carteles; así que su trágico destino le hizo luchar a contra corriente para hacerse de un sitio en la trágica corrida de su muerte, porque incluso estaba ya por irse de Villahermosa porque no conseguía torear. La malaventura de Enrique, comenzó desde el estreno, con su primer astado en suerte,  el segundo toro de la tarde, un berrendo en negro, terciado, cornicorto, ligero de remos y asustadizo en los albores de las tareas de  capa, dando visos de manso. En este estado de incertidumbre, frente al tendido de sol, “Carbonero” le sale al encuentro de la bestia, tropezándole en el viaje y,  quedando suspendido del pitón izquierdo con su lado derecho del vientre, y ahí le lleva a tumbos  entre seis u ocho metros hasta que lo despide inclemente contra las tablas causándole un fuerte golpe en la región frontal sobre el estribo. Hecho el daño irreparable, el toro sigue su viaje sin mostrar codicia para volver sobre el caído, cosa que aprovecha el maltrecho torero para saltar la barrera y caer al callejón, pero al hacerlo, por la amplitud de la herida, se le botan los adentros, y con una serenidad, y un valor de dar espanto , se incorpora cogiéndose el tripero con  las manos,  y así avanzó por el callejón de 10 a 12 metros hasta coger auxilio, quienes le llevan a la desprovista enfermería, donde le tuvieron con los intestinos expuestos por más de 2 horas hasta que le llevaron en camilla a la Quinta de Salud de la Beneficencia del Comercio de Tabasco,  donde pasó a los cuidados del Dr. Ciro P. Morales, quien observó una herida de 12 cms de extensión en la fosa ilíaca derecha con hernia masa intestinal, de pronóstico muy grave, por el calor reinante, y por lo prolongado de la espera (lo trasladaron hasta que finalizó la corrida). Aún en esos dolores, el bravo torero jamás perdió el sentido hasta su fallecimiento en las primeras horas del 24 de julio. Con la ayuda económica del matador Jesús Tenes y  de la Colonia Española de la localidad, costearon sus gastos funerarios, y fue posible sepultarlo dignamente en el cementerio general de Villahermosa, gracias a que d. Manuel Sosa, “El Gallo Tabasqueño”, un torero retirado que actuaba en la trágica corrida como cambiador de suertes, tuvo el acierto y la grandeza de espíritu, de obsequiar al difunto un lote de su propiedad en el cementerio. (Fuente: http://.bibliotoro.com/gacetas)

Respecto de sus inicios y andanzas taurinas, es acertado el leer la crónica de don Juan José Zaldívar Ortega, quien refiere que fue un << matador de novillos, nacido en Madrid el 23 de junio de 1877, y que falleció el 22 de julio de 1923, a la edad de 46 años, cuando ya viejo, pero aún valiente, sufrió una mortal cogida en la plaza mexicana de Vistahermosa (Estado de Tabasco). Así acabó la vida del modesto diestro madrileño. Valiente por antonomasia, todos los cronistas coincidían en juzgar que con el valor que derrochaba “Carbonero” se podían defender cuatro lidiadores. Con un poco más de finura e inteligencia torera, Enrique hubiera llegado bastante más arriba. Dejó la carbonería en la que trabajaba con sus padres para, en unión de Vicente Pastor (Frequito) y otros muchachos de la barriada madrileña de Embajadores, acudió a las capeas en pueblos de los alrededores de la Corte. El 8 de abril de 1890, a los diecisiete años de edad, estoqueó en la antigua Plaza de Toros de Carabanchel Bajo (Madrid) cuatro  novillos de Mateos y en esa plaza fue el novillero obligado en todas las corridas, derrochando valor. En la temporada de 1900, alternó con los novilleros Juan Fernández (Salamanquino) y Gregorio Taravillo (Platerito). El 17 de diciembre de 1905 se presentó en Madrid, alternando con Anastasio Castilla, Negrete y Juan Cecilio (Punteret). Siguió toreando en diversas plazas de la Península, siempre derrochando valor hasta la temeridad, que en ocasiones le produjeron graves accidentes. El 7 de julio de 1908 sufrió una cogida en la Plaza de Toros de Vista-Alegre de Bilbao, análoga a la que privó de la vida a Andrés del Campo (Dominguín), poniéndole al borde de la muerte. En vista de que en España no era muy apreciada su labor, marchó varias veces a América, toreando en varios países, tomando allí la alternativa de matador de toros. Tanto en Lima como en Caracas o México, su trabajo despertaba gran expectación. "

El ilustre cronista, don Juan José de Bonifaz Ybarra,  refiere de esta víctima de la fiesta, que << buscando mejor fortuna marchó a tierras mexicanas el madrileño Enrique Fernández Méndez (Carbonero), ya veterano en las lides taurinas. Al tomar parte en el festejo celebrado en la plaza “La Sevillana” de Villahermosa, en el estado de Tabasco, el 22 de julio de 1923, es corneado en el vientre por una res de Zaragoza, con la triste consecuencia de que la muerte le llegó el día 23 en la Quinta de Salud de la Beneficencia del Comercio, de la mencionada localidad azteca. "

Cuenta el insigne historiador mexicano, don Luis Ruiz Quiroz, en sus famosas efemérides, que el 6 de noviembre de 1910, Enrique Fernández "Carbonero de Madrid", toma la alternativa en Tlaquepaque (Jalisco), México, de manos de José Moreno "Lagartijo Chico", con toros de la ganadería Espíritu Santo.

Puede usted leer una necrología más completa de este valeroso matador de toros en la siguiente liga:
Diccionario biográfico-estadístico de los matadores de toros españoles olvidados del siglo XX
Francisco Rodríguez Aguado (páginas 242 y 243)
https://issuu.com/fcth/docs/tomo_1_diccionario_toros

IGNACIO DONOSO "PELUCHO " (XXXX - 1923)

Solo para efectos ilustrativos

“Dos Maletillas” (2008)

Acuarela del pintor español José Ato Saorin 

Rehiletero cogido y muerto por un novillo el 9 de septiembre de 1923.

 

A mayor abundamiento sobre su andadura en los ruedos, el escritor Juan José Zaldívar Ortega nos relata en su preciosísima obra “Víctimas del Toreo” que << Ignacio Donoso (Pelucho), banderillero de toros, nacido en Madrid hacia el año 1892, falleció el 9 de septiembre de 1923, a los 31 años de edad. Aquel día se celebró en Madrid una novillada, y al poner un par de banderillas “Pelucho” el primer toro, llamado “Travieso”, de don José Pereira Palha Blanco, recibió un tremendo porrazo en la región lumbar izquierda, al parecer sin importancia. Se le condujo conmocionado a su domicilio, donde dejó de existir a las diez de la noche del mismo día. Sin duda, el fallecimiento fue consecuencia de la cogida que sufrió en la Plaza de Toros de Pamplona el 8 de julio de 1922, en que resultó con la fractura del hueso frontal. Se dio a conocer en 1910 en la Plaza de Toros madrileña de Tetuán de las Victorias, donde toreó varios años y fue muy aplaudido. El 10 de septiembre de 1912 en una novillada celebrada en Miguelturra (Ciudad Real), alternando con “Merchenero”  en la muerte de reses de don Daniel García de la Rubia, de Piedrabuena, y su labor fue bastante buena y lucida, tanto con el capote como colocando banderillas. En 1915 era considerado por la afición inteligente que le conocía como banderillero y peón de los notables, a pesar de lo cual no conseguía figurar en una cuadrilla importante. En 1922 iba de banderillero puntillero con Marcial Lalanda. En cuanto el toro, por su nombre, es el único que figura con él en la relación que disponemos de más de 6,000 toros, lo cual resulta un hecho curioso. "

 

Al respecto de su trágica suerte, el erudito taurino, don Juan José de Bonifaz relata en su obra Víctimas de la Fiesta que << otras alturas alcanzó el antiguo novillero Ignacio Donoso (Pelucho), que en realidad se llamaba GABRIEL PÉREZ SÁNCHEZ, pues llegó a formar en las plantillas de Marcial Lalanda y Victoriano Roger (Valencia II). Al parear el toro “Travieso” , de la divisa de Palha, el 9 de septiembre de 1923, en la plaza de Madrid, recibe un fuerte varetazo en la región precordial, al que no se concede demasiada importancia en la enfermería, por lo que marcha a su domicilio, donde fallecería esa misma noche. Posiblemente, la causa remota de tan fatal desenlace hay que buscarla en la cogida que sufriera el 8 de julio de 1922 en Pamplona, cuando un astado de Cándido Díaz le fracturó el frontal. " 

En este engaño de pensarle muerto el 8 de julio de 1922 en la plaza de Pamplona a resultas de la terrible cogida ocasionada por un toro de C. Díaz, incurre el afamado cronista "Pepe Alameda", quien relaciona al banderillero de mote "Pelucho" entre los fallecidos del año de 1922.

GIOVANNI (1880 - 1923)

Solo para efectos ilustrativos

Foto del Torero Landés Christophe Avignón

Cortesía de MJ-Sitio Web: http://.festejospopulares.net

Un practicante del toreo landés apellidado Giovanni, de 43 años de edad, resultó herido de tal gravedad por una vaca de la ganadería de Manuel Lorenzo el 9 de septiembre de 1923, en la localidad francesa de Marciet, que no pudo evitarse su fallecimiento, ocurrido el posterior día 15 del mismo mes de septiembre de 1923. (Crónica de don Juan José de Bonifaz Ybarra de su libro “Víctimas de la Fiesta”- Capitulo 6- Toreros Landeses- , Página 184) 

ANTONIO POSTIGO "EL SEÑORITO" (XXXX - 1923)

Solo para efectos ilustrativos

Obra del reconocido Pintor  Roberto Domingo Fallola (París 1883-Madrid 1956).

Novillero corneado el 15 de agosto de 1923 y que fue muerto el 22 de septiembre  del mismo año a consecuencia de las heridas.

 

El cronista Juan José Zaldívar Ortega refiere de este lidiador, que fue un << matador de novillos, que en la novillada celebrada en la Plaza de Toros de Madrid, la tarde del 15 de julio de 1923, se arrojó al ruedo, y tan bien toreó que fue contratado por la Empresa para la nocturna celebrada siete días después, el 22 del mismo mes. Estoqueó un novillo y quedó bien. Toreó después algunas novilladas más, y el 15 de agosto de 1923, actuando en la Plaza de Toros de Jaén, fue cogido y herido por un novillo de Sempere, tan gravemente que, tras luchar con la muerte largos días, falleció el 22 de septiembre de 1923 en un hospital de Jaén. El 21 de julio de 1923 había alternado con Daniel Moreno y Aurelio Alcolado Martín, en la Plaza de Toros de Madrid. Alcoholado, fue un matador de novillos, nacido en Reinosa (Santander) el 29 de noviembre de 1899. "

 

El afamado cronista, don Juan José de Bonifaz Ybarra, refiere de esta víctima de la fiesta, que << Antonio Postigo (el Señorito), así apodado porque como tal iba trajeado cuando se lanzó como espontáneo en la plaza de Madrid el 15 de julio de 1922, bien poco pudo actuar como torero profesional. El 15 de agosto de la siguiente temporada de 1923, es cogido en el coso de Jaén por un astado de la vacada de Sempere, y tras larga lucha con la muerte es vencido el día 22 de septiembre del mismo año en la citada capital andaluza."

DOROTEO ARANGO ARÁMBULA << PANCHO VILLA >> (1876 - 1923)

Francisco Villa

“EL Centauro del Norte”

Cortesía  del  Archivo Life

José Doroteo Arango Arambula, alias Francisco (Pancho) Villa, fue un héroe y mártir de la revolución mexicana que nació en San Juan del Río, en Durango (México), el 5 de junio de 1876. Sus padres fueron humildes campesinos, por lo que no tuvo recursos para asistir a la escuela. Desde pequeño se ganó la vida en diversos oficios. En su juventud se involucró en las bandas que robaban ganado a los hacendados de su región, y fue perseguido por las autoridades federales. En 1910 ya era líder de una partida de bandoleros, con los cuales se unió al movimiento de Francisco Madero que luchaba contra el tirano Porfirio Díaz. Durante el periodo de "Revolución Mexicana" destacó como jefe guerrillero. Cuando Madero fue asesinado en 1913, Pancho Villa se unió a las huestes de Venustiano Carranza para combatir al gobierno de Victoriano Huerta. Logró importantes victorias en el norte de México, como la toma de Ciudad Juárez. En 1914 rompió con Carranza, y se unió a las fuerzas campesinas que lideraba Emiliano Zapata. Sin embargo, con el apoyo de Estados Unidos, las tropas de Carranza obligaron a Pancho Villa a replegarse a Chihuahua. Con ánimo de venganza, Pancho Villa atacó en 1916 el pueblo estadounidense de Columbus. Para castigarlo, el presidente Woodrow Wilson envió poderosas tropas al mando del general John Pershing. Durante cuatro años el llamado "Centauro del Norte" logró escapar tanto de las fuerzas de EE.UU. como de las de México. En 1920, firmó la paz con el presidente Adolfo de la Huerta, y se retiró a la Hacienda de Canutillo, en Durango. Sin embargo, sus antiguos enemigos terratenientes organizaron un plan para matarlo. El 20 de julio de 1923 fue asesinado a balazos en su coche, cuando transitaba en la ciudad de Hidalgo del Parral, al norte de México.

Fuente:

Arturo Gómez Alarcón

http://fichasdehistoria.blogspot.com/2009/09/biografia-de-pancho-villa-resumen.html

 

Hurgando anécdotas de Villa, reencontré un escritor norteamericano, injustamente excluido de los catálogos de los historiadores importantes de México, que da noticias del “Centauro del Norte” como sólo los fuereños pueden hacerlo. Se trata de John Reed, reportero norteamericano que estuvo con Villa unos años acompañándolo en sus batallas y gozó la oportunidad de conversar mucho con él. Escribió una pequeña obra llamada “México Insurgente”, que por cierto fue motivo de un rollo fílmico deplorable. De esas pláticas dio cuenta sabrosa de los temas que surgieron al chisporroteo de las fogatas y que nos dicen mucho de Villa y por supuesto del mismo Reed, cuyas preguntas y métodos para abordar la conversación eran (y son ) envidiables. Este John Reed tuvo tanta certeza en sus reportes y sagacidad en su periodismo que convivió con los comunistas durante la revolución rusa del 17. Escribió “Diez días que Conmovieron al Mundo”, un libro tan hecho al gusto de los triunfadores, que durante mucho tiempo el fue el único norteamericano sepultado en el Kremlin, ya que murió muy joven, en tierras rusas. Regresando al toro nos cuenta que Francisco Villa era muy aficionado a las peleas de gallos y a las corridas de toros. Dice Reed, “Nunca perdía una corrida de toros, todas las tardes, a las cuatro, se le encontraba en la gallera, donde peleaban sus propios gallos con la entusiasta alegría de un muchacho (...) En ocasiones ya avanzada la mañana, mandaba buscar con un correo rápido a Luis León, el torero; llamaba personalmente por teléfono al matador, preguntando si tenían algunos toros bravos en el corral. Casi siempre los tenían y entonces corríamos a caballo por las calles, como más de medio kilómetro a los grandes corrales de adobe.” Sigue Reed, “Veinte vaqueros separaban al toro de la manada, lo derribaban y ataban para recortarle los cuernos. Entonces, Villa, Luis León y todo el que quería, tomaba las capas rojas profesionales del toreo y bajaba a la arena. Luis León, con la cautela del conocedor, Villa tan porfiado y tosco como el toro, nada ligero con los pies, pero rápido como un animal con el cuerpo y los brazos. Villa se iba directamente hasta el animal que piafaba enfurecido, y lo golpeaba, atrevido, en la cara, con la capa doble y así, por media hora, practicaba el deporte más grande que jamás he visto. Algunas veces, los cuernos recortados del toro alcanzaban a Villa en las asentaderas de su pantalones y lo lanzaban a través del coso; entonces se revolvía y cogía al animal por los cuernos luchaba con él, bañado de sudor el rostro, hasta que cinco o seis compañeros se colgaban de la cola del toro y lo arrastraban bramando y levantando una gran polvareda”

 

Fuente: Don Eugenio Guerrero Guemes

http://depitonapiton.blogspot.com/2010/02/pancho-villa-y-otros-heroes-toreros.html

VICTORIANO ALBERICO SAN MARTÍN (TRAJINERITO) (1894 - 1923)

Solo para efectos ilustrativos

“San Francisco Solano apaciguando un toro”

Obra del genial pintor sevillano Bartolomé Esteban Murillo (1617-1682)

Refiere el cronista taurino Rafael Gómez Lozano (Dientefino), que en las efemérides de la revista (6TOROS6) de don Fernando García Bravo, ejemplar No. 391, del 25 de diciembre de 2001, citan que el 24 de diciembre de 1894, nace en Zaragoza España el banderillero Victoriano Alberico San Martín (Trajinerito). Paseando por las calles de su ciudad el día 17 de septiembre de 1923, amonestó a un individuo conocido como (el Descamisao), que maltrataba a un perro lanzándole pedradas. “Lo mismo que mato al perro te mato a ti”, le dijo el tal a Trajinerito, y sacando un cuchillo se lo hundió en el costado izquierdo, muriendo el torero en el acto.

MERCED GÓMEZ (XXXX - 1923)

Cortesía de
http://torerosmexicanos.blogspot.com/2010/03/merced-gomez.html

Refiere el afamado cronista mexicano, Lic. Luis Ruiz Quiroz en sus leídas efemérides taurinas que publican en la página en la Internet, “Campo Bravo-México” de la Asociación de Criadores de Toros de Lidia (ANCTL) que el 17 de mayo de 1923, muere en México, en el derrumbe de una mina de arena, el valeroso matador de alternativa Merced Gómez.

Por su parte, don Rafael Gómez Lozano (Dientefino) consigna en su enciclopedia taurina en la Internet, llamada “Toreros Mexicanos”, que el capitalino Merced Gómez, toma su alternativa el 17 de septiembre de 1911 en México, teniendo como padrino a Francisco Bonal “Bonarillo”, y de testigo a Alfonso Zambrano con toros de la ganadería de Veragua (El historiógrafo taurino Martín Ruiz Gárate cita que el toro del doctorado era de la ganadería de Covadonga). Posteriormente hacia el 1 de diciembre de 1912, toma una segunda alternativa en México, llevando como padrino a Diego Rodas “Morenito de Algeciras”, y de testigo a Manuel Mejías “Bienvenida”, con toros de Piedras Negras.

El 17 de diciembre de 2011 recibí una carta de este mismo historiador, don Rafael Gómez Lozano, donde amablemente me adjunta de su hemeroteca, una editorial de don Rafael Solana (Verduguillo) titulado: "MERCED GOMEZ, Esperanza del toreo, muere trágicamente en una mina", publicado en el periódico "Multitudes" No. 193, tercera época, de Mayo de 1991. (Páginas 14 y 15), donde cita: Y cuando todo estaba listo para embarcar para la Madre Patria surgió la tragedia que habría de acabar con el torero, Merced Gómez, Luis León y otros diestros se reunían todas las tardes a jugar al póker en una vecindad de la calle de San Juan de Letrán. Una tarde figuró en la partida uno de esos maleantes disfrazados de toreros a quien apodaban CARBONERO DE SEVILLA. Por causa del juego surgió una discusión, hubo golpes, derribaron el quinqué y quedaron a oscuras. CARBONERO sacó una puntilla y se puso a repartir cuchilladas; una de estas le tocó a Merced en la pierna izquierda y le partió la femoral. Llamado urgentemente el doctor Cuesta que vivía enfrente, atendió al herido. No se logró reestablecer la circulación y se hizo inevitable la amputación del miembro para evitar que cundiera la gangrena. Allí acabó el torero. Poco después, Gaona le cortó la coleta en El Toreo. El año 21, Merced Gómez fue electo presidente municipal de Mixcoac, y cuando abandonó el cargo de alcalde, se dedicó a explotar unas minas de arena que tenía en el propio Mixcoac. Una mañana fue a visitar los trabajos; uno de los peones expresó el temor de que se produjera un derrumbe, Merced no hizo caso. A poco se venía la avalancha, Merced no pudo apartarse de ahí debido a su imposibilidad física, y quedó sepultado junto con cuatro de sus trabajadores. Así murió en el ano 1923 uno de los toreros más valientes que he conocido.


Gaona corta la coleta a Merced Gómez el día que este tomó posesión de la Presidencia Municipal de Mixcoac.

Curiosamente, la tragedia ocurrida a Merced Gómez (padre), se replica en la no menos triste historia de su hijo. Nos cuenta el hijo del "Santo" (El Enmascarado de Plata, un ídolo de la lucha libre en México), que Merced Gómez traía en las venas la sangre de héroe de su padre y fue a los 22 años de edad que inició sus primeros trabajos en la famosa mina de arena propiedad de su abuelo, en donde los rudos trabajos y el ejercicio físico lograron formarle un cuerpo atlético. Sus amigos le aconsejaban que se convirtiera en boxeador y él, ansioso de destacar y obtener fama como lo había hecho su padre, se puso a entrenar y logró convertirse en boxeador profesional, peleando todos los domingos en arenitas de barrio, donde ganaba buen dinero. Se sentía realizado y feliz.

Gómez, obtuvo su primera gran oportunidad en 1937, en la Arena México, en donde enfrento a un pugilista experimentado y golpeador contundente conocido como Gabriel de Azcapotzalco. Fue una violenta batalla en la que Merced atacaba sin cesar, empujado por su orgullo y valor, pero su adversario, con mayor experiencia, le propinaba fuertes golpes en el rostro y el final de la contienda llegó cuando un derechazo se estrelló en el ojo izquierdo de Merced. El fuerte golpe tuvo severas consecuencias: se le desprendió la retina y en pocos días, Merced perdió la vista y el ojo, el cual fue substituido por uno de vidrio.


Merced Gómez (Hijo)
Cortesía de "El Hijo del Santo"

Tiempo después, y gracias a su amor por el deporte, continúo en el gimnasio, conociendo a un grupo de luchadores que lo animaron a entrenar hasta que se convirtió en luchador profesional. Su entrega, su estilo y su enorme perseverancia, lo convirtieron pronto en figura principal de este deporte y en un consentido del público aficionado. En 1939, se enfrentó a un luchador alemán de nombre Louis Kodrick, apodado ‘El Fenómeno Cuadrado’, quien tenía el antecedente de haber enviado a tres luchadores al hospital, uno de ellos el Lobo Negro, con una lesión en la espina dorsal. En aquella lucha, era tal la paliza que el alemán le estaba propinando a Merced Gómez, que el mismo público le pedía que se rindiera, pero su amor propio y su orgullo lo sacaron adelante y contraatacó con su característica furia, logrando desquitarse de su corpulento adversario alemán a quien supero en el ring, alcanzando el triunfo en tres reñidas y dramáticas caídas, siendo posiblemente ésta (según los expertos de la época), la victoria más meritoria, pero también la más dolorosa, físicamente hablando, de Merced Gómez.

La vida volvía a sonreírle y el héroe de Mixcoac la disfrutaba al máximo. Gozaba de fama y fortuna, del cariño del público, pero un famoso y singular personaje enmascarado, que era odiado por los aficionados por ser traicionero y por sus alardes de grandeza, se interpuso en su camino. Este enmascarado era el también famoso ‘El Murciélago’, un polémico luchador que se caracterizaba por subir al ring con suntuosas batas, acompañado por víboras, alimañas y, a veces, con una pequeña jaula que contenía una decena de murciélagos, que dejaba escapar para asustar al público. Fue un domingo 23 de junio de 1940, cuando se enfrentaron estos dos luchadores de estilos y personalidades totalmente diferentes, en una lucha de Máscara contra Cabellera. Según las interesantes crónicas de esa época: “Aquella lucha fue diferente a todas, el odio surgió por corrientes ocultas, fue un duelo que tuvo matices de pasión incontrolable y en donde la acción bárbara afloró en aquel torneo de violencia”.

Una patada a ‘La Filomena’, que era la especialidad del Murciélago, colocada en plena cara de Merced, decidió la contienda y el ídolo de Mixcoac perdía esa noche la cabellera. En aquel momento, nadie pudo saber las graves consecuencias de aquella agresión, pero al paso de los días, Merced empezó a perder la vista del ojo derecho, mientras que su último rival se encontraba encumbrado, después de dejarlo sin cabellera. Y había sido tal su éxito, que una semana después, el domingo 30 de junio en la misma Arena México, el Murciélago se volvía a jugar la máscara, ahora contra la cabellera del entonces Campeón Nacional de peso Ligero, Bobby Bonales, a quien también dejo pelón. Dos cabelleras al hilo aumentaban las ambiciones del Murciélago, mientras que al paso de los días, la situación de Merced Gómez iba empeorando, teniendo, igual que su padre, que tomar la difícil decisión de retirarse del deporte. El jueves 4 de julio, el Murciélago, por tercera vez exponía su capucha, ahora contra la cabellera de su rival en turno, ‘Dientes Hernández’, a quien también derroto en tres caídas.

Merced, por su parte, ya estaba retirado de la lucha libre y gracias a sus amigos, conseguía un empleo como inspector en una dependencia oficial. En todos los lugares se escuchaban los comentarios de repudio de la gente hacia el Murciélago, a quien querían ver derrotado y sin máscara. Fue el domingo 14 de julio cuando por cuarta vez consecutiva, el Murciélago exponía su incógnita, los aficionados apoyaban en un 90 por ciento a su nuevo rival; Octavio Gaona, quien exponía la cabellera. Y por fin, para sorpresa del enmascarado y beneplácito del público, hubo alguien que lograba terminar con el misterio del polémico y famoso Murciélago, quien al despojase de la máscara, se identificó como Jesús Velázquez Quintero.

Dos días después se celebraba una función a beneficio de Merced Gómez, en la que participó Jesús ‘Murciélago’ Velázquez. Sin embargo, y a pesar de recibir el apoyo moral y económico de todos sus compañeros luchadores, como siempre sucede en la lucha libre, mas no de las grandes empresas, el infortunio seguía acechando a Merced Gómez cuando perdió definitivamente la vista del ojo derecho y a la vez, se quedaba sin su trabajo de inspector. Totalmente ciego y golpeado brutalmente por la vida, Merced Gómez terminó sus días en el conocido manicomio de "La Castañeda". “Sólo en la muerte encontró remedio a sus desdichas”. (El hijo del Santo)
Fuente:
http://bajolascapuchasmx.blogspot.mx/

JUAN SÁNCHEZ MARTÍN "JUMILLANO" (XXXX - 1923)

Cortesía de http://www.regmurcia.com/servlet/s.Sl?sit=c,373,m,1096&r=ReP-24306-DETALLE_REPORTAJESPADRE

De sus investigaciones, Don Rafael Gómez Lozano (Dientefino), el aplicado cronista, me hace llegar la revista taurina "El Toreo" (Número 2790) del lunes 28 de mayo de 1923 (propiedad de la Biblioteca Nacional de España) donde refiere la muerte de "Jumillano".- El sábado último (26), a las 8 de la mañana, falleció en el Hospital de la Princesa" el desventurado diestro "Jumillano", víctima de la herida que le ocasionó hace días una de las balas perdidas que, al parecer, partieron de las inmediaciones del Tiro Nacional. Durante diez días ha luchado el pobre "Jumillano", venciendo ésta al hombre fuerte y cortando una vida joven y llena de ilusiones. Fue "Jumillano" un torero extremadamente valiente; con el cuerpo cosido a cornadas seguía arrimándose siempre que toreaba, consiguiendo escuchar aplausos merecidos a su innata valentía. El diestro Juan Sánchez Martín "Jumillano" estaba en vísperas de tomar la alternativa. Descanse en paz el valiente y bueno de "Jumillano", a quien la suerte nunca quiso serle favorable.
Fuente:
http://hemerotecadigital.bne.es/datos1/numeros/internet/Madrid/Toreo%2c%20El%20%28Madrid.%201874%29/1923/192305/19230528/19230528_00000.pdf

El prestigiado medio informativo en la Internet "Región de Murcia Digital" al referirse a "La Fiesta de los toros en Jumilla" cita que: Podríamos denominar 'Jumillano I' a Juan Sánchez, al que vimos toreando entre 1917 y 1923.- El primer dato encontrado fue su actuación en Vistalegre (Madrid), en 1917, demostrando su buen hacer en el arte de matar. Dos meses después repitió en esta Plaza, sufriendo su primera cogida. En septiembre toreó en Jumilla. Después volvió a torear en Madrid, sufriendo una grave cornada de 14 centímetros de profundidad. Otra novillada la celebró en la Feria de Murcia. En 1918 fue de nuevo a Carabanchel y en 1920 recuperó la forma y toreó en Sevilla, Valencia, Zaragoza, Madrid (cuatro ocasiones) y Murcia. En la capital del Segura. Su fama le precedió este año, saliendo a hombros de las Plazas mencionadas. En junio volvió a torear en Murcia. Sin descanso toreó en Jumilla con 'Relampaguito' y marchó a Madrid donde había sido contratado para tres novilladas. Sus faenas fueron valientes. En septiembre y octubre toreó en Cartagena. Allí, 'Jumillano' demostró sus dotes de matador y su valentía, erigiéndose en el héroe de las corridas cortando orejas y rabos. Toreó y mató colosalmente, realizando dos faenas temerarias, de rodillas, escalofriante. Según la crónica, era un novillero de emoción, formidable estoqueador. Inició 1921 participando en varios tentaderos de Salamanca. Tras visitar a su familia partió para Madrid, donde participó en una novillada que resultó como el tiempo, lluvioso y frío. Llegado el verano toreó en Cieza matando cuatro novillos de los que consiguió ovaciones y alguna oreja. Le acompañaron 500 jumillanos, llegados en un tren especial. Previamente había toreado en Cartagena. El año lo cerraba en Murcia, si bien en esta ocasión no triunfaba, pese a sus magnificas verónicas.
Fuente:
http://www.regmurcia.com/servlet/s.Sl?sit=c,373,m,1096&r=ReP-24306-DETALLE_REPORTAJESPADRE


El diestro Juan Sánchez Martín
"Jumillano"
Revista Taurina "El Toreo" (1923)

CARLOS AGUIRRE Y SÁNCHEZ (1902 - 1923)

Estatua de Carlos Aguirre y Sánchez (en Cuba)

Refiere "don Víctor", el ejemplar cronista coetáneo que mantiene la página de Internet "A los Toros", que el 2 de septiembre de 1923, en la plaza de toros de Bayona se celebró una corrida con seis toros de Saltillo para los diestros Manuel Jiménez "Chicuelo", Antonio Márquez y Francisco Peralta "Facultades". Al descabellar Márquez el último toro saltó el estoque al tendido, con tan mala fortuna, que hirió en el pecho a un espectador que falleció mientras era llevado a la enfermería. La víctima se llamaba Carlos Aguirre y era de nacionalidad cubana, contaba veintiún años de edad.
Al respecto, en el libro "París 1924-1933 Periodismo y Creación Literaria" de Miguel Ángel Asturias (página 114), refiere que Carlos Aguirre y Sánchez murió en la plaza de toros de Bayona, en plena juventud, cuando sus ideales de veinte años comenzaban a tomar cuerpo, después de una adolescencia llena de promesas. Nacido en desahogada cuna, hijo de una de las más distinguidas familias cubanas, el joven pensador y escritor víctima de una inesperada fatalidad, nos alcanza a dejar de herencia un libro póstumo. Hechos aislados se encadenaron curiosamente para que sucediese esta desgracia. Un contratiempo lo detuvo ese día en Bayona. Llevados a la corrida por otros amigos que habían comprado las localidades, al estar en la plaza, en vista de que al lado de Miss Strauss había un lugar vacío, Aguirre cambia de asiento, quedando al lado de la norteamericana, con quien había hecho el viaje a Europa, cerca de un poste que le impedía ver libremente la lidia. El último toro de la tarde, con media espada en el cuerpo, en sus desesperados saltos por arrancarse el acero salvaje, lo arrojó hasta la fila cercana en la que estaba Miss Strauss, cayendo de punta en el pecho de Aguirre, encargándose el peso de la empuñadura de bajar el acero y partirle el corazón. Cuba ha hecho honor al que fuera su promesa, bautizando en el nombre de Carlos Aguirre y Sánchez uno de sus más bellos parques.
Fuente:
http://books.google.com.mx/books?id=xuhxuHN7kuMC&pg=PA114&lpg=PA114&dq=Carlos+Aguirre+%2BBayona&source=bl&ots=2chRTHXYAV&sig=hyualI37y9N_63ki1C-RqWNpUTk&hl=es&ei=oNZgTrqhL-nnsQLgt9Em&sa=X&oi=book_result&ct=result&resnum=1&sqi=2&ved=0CCMQ6AEwAA#v=onepage&q=Carlos%20Aguirre%20%2BBayona&f=false

Don Pablo Méndez Piña, periodista independiente y narrador, publica en un Blog den la Internet denominado "A Vox Populi" una nota editorial: "Monumento por Muerte Insólita" donde refiere que.- En un parque franqueado por las calles Mazón y Valle en el municipio Plaza de la Revolución, se yergue la estatua de Carlos Aguirre y Sánchez, que según la inscripción del zócalo, fue un ejemplar estudiante universitario que a principio del siglo XX perdió la vida por hallarse en el lugar y momento equivocados. Lo cierto es que según averiguaciones, Carlos Aguirre hijo del general mambí José María Aguirre, no fue un estudiante "tan ejemplar" como cita el rótulo del monolito, sin embargo, sería incuestionable reconocer que murió a consecuencia de un extraño accidente, puesto que disfrutando de vacaciones en España, cumplimentó su deseo de asistir a una plaza de toros, sin embargo en dicha corrida el matador malogró la estocada sobre el espinazo de la bestia, y esta como respuesta dio un sacudión, expulsó la espada sobre el graderío, y atravesó el cuerpo del joven que bajo la mirada y el asombro de los presentes murió instantáneamente. Asimismo en el vergel de marras podemos observar otra inscripción con los nombres de aquellos estudiantes universitarios que incubaron sueños a las sombras de sus arboledas, entre los que se destacan: Rafael Trejo, Ramiro Valdés Daussa, y Félix E Alpizar. Igualmente en otro soporte labrado bajo la presidencia del doctor Ramón Grau San Martín, y por conducto de su secretario de obras públicas "Pepe Plazoleta" se apunta oficialmente que dicho parque se nombra "Carlos Aguirre". Sin embargo como en otros tantos jardines capitalinos se perpetúa el descuido de sus céspedes, aceras quebradas y omnipresentes regueros de basura.
Fuente:
http://mendezavoxpopuli.blogspot.com/2010/11/las-tribus-urbanas.html

BARTOLOME JIMENEZ NAJAR (MURCIA) (1867 - 1923)

Nació en Jumilla el 26 de diciembre de 1867. En su juventud fue carpintero, pero descubrió que su verdadera vocación era la de matador de toros, tarea a la que dedica todos sus esfuerzos. Desde 1890, año en que viste por primera vez de luces, aparece en varias cuadrillas y actúa bastante como novillero. Como novillero se presentó en Madrid el 18 de marzo de 1894. Seis años después, el 12 de agosto de 1900 toma la alternativa en Alicante, de manos de Mazzantini, que le cedió el toro “Cornigordo” de D. Anastasio Martín. Murió 26 de septiembre de 1923, en el manicomio de Ciempozuelos (Madrid) adonde hubo de ser trasladado, pues había perdido la razón. Fue un torero muy valiente, incluso en algunas ocasiones temerario, que no llegó a mayores cotas dentro de su profesión debido a su excesiva modestia y timidez que solo le abandonaba delante del toro.
Fuente:
Foto y crónica de don José Antonio Román Romero
http://gestauro.blogspot.mx/