Los toros dan y quitan

JOSÉ DÍAZ "MOSQUITA DE CÁDIZ ó EL MOSCA" (18XX - 1845)

Solo para efectos ilustrativos

“Brindis del espada” (1867-68)

Mariano Fortuny Marsal

National Gallery de Londres

Novillero de gran valor, oriundo de Cádiz,  que fue muerto en Cuba por un toro el 28 de junio de 1845. Refieren en la página web: “El Rincón de Ordóñez”,  al hablar sobre los toreros flamencos, que " José Díaz, “Mosquita” era posiblemente primo o sobrino de “Guálipia”, —al que llaman así para diferenciarlo del “Aguálimpia” de finales del siglo XIX—. “Mosquita” toreó en la plaza del Balón de Cádiz, que funcio­nó entre 1821 a 1834. (Era la plaza más peligrosa de España según relata Teófilo Gautier, por su tamaño y por no tener callejón). Allí dirigía una cuadrilla de banderilleros en aquellas sorprendentes capeas con erales de ¡seis años o más! Posteriormente pasó a La Habana, donde tuvo le desdicha de perder un brazo. Posteriormente reaparece de nuevo en Cádiz, en 1841, justo cuando se inaugura la Plaza de Daura, construida por el impulso de “Paquiro”. En esta plaza se presenta José Díaz “Mosquita”, con un brazo de hojalata sustituyendo a su brazo am­putado, y con valor a toda prueba, con esta prótesis torea una novillada. Aun siguió toreando así en su nueva visita a La Habana, donde tendría un nuevo y definitivo percan­ce" esta vez mortal el 28 de junio de 1845. "

Cabe mencionar que a este torero gaditano le tocó en suerte participar en la primera corrida a plaza partida celebrada en la Ciudad del Puerto de Santa María, el 12 de julio de 1835. En esa ocasión se lidiaron 10 toros, los 4 primeros a plaza entera y el resto a plaza dividida.  Las ganaderías fueron 4 toros de la Señora Vda. de don Gaspar Montero y 6 de don José María Albareda, ambos vecino del Puerto. El último toro de la suelta levantó levemente la barrera divisoria del ruedo. De este encierro a plaza partida, dieron cuenta los toreros Juan Hidalgo de San Fernando y Luis Rodríguez de Sevilla, como medio espada actuó el torero gaditano José Díaz “Mosquita” y de sobresaliente el portuense Francisco Benítez Sayol,  “Panadero”. Todos actuaron acompañados de sus cuadrillas de banderilleros y picadores, siendo estos últimos, los afamados Cristóbal Marchante, de Medina Sidonia y los Portuenses Erasmo Olvera y Carlos Puerto. La corrida dio comienzo a las cuatro y media de la tarde para que desde dos horas antes entraran en la plaza los aficionados que  pagaron sus localidades de sombra a 10 reales y a 5 los del sol.  Por tanto pase para la historia del torero portuense la fecha del 12 de julio de 1835, como el día que se celebró la primera corrida a plaza partida. Algunos críticos le consideraron en su tiempo un torero de segundo orden, pero no por ello falto de valor y de una afición taurina que le sobró a raudales.

El ilustre cronista taurino, d. Juan José de Bonifaz Ybarra, refiere de su trágica jornada, en su libro “Víctimas de la Fiesta”,  que << tan solo es recordado José Díaz (Mosquita), espada de tercera fila, por su fallecimiento, ocurrido en La Habana como consecuencia de la cogida allí sufrida el 24 de junio de 1845." 

Citan en el libro "Necrología Taurina" de Tomás Orts Ramos, "El Niño de Dios" (1866-1939), publicado en 1889: José Diaz (Mosquita).- Ignoramos los detalles de la muerte de este torero que sufrió una cogida en la plaza de la Habana el 28 de junio de 1845, de cuyas resultas murió. Creemos fue banderillero de Montes.
Fuente:
http://bibliotecadigital.jcyl.es/i18n/consulta/registro.cmd?id=14529

ANTONIO CALZADILLA "COLILLA " (18XX - 1845)

Solo para efectos ilustrativos

Obra del excelso pintor español Ramón Casas i Carbó (1866-1932)

Refiere el cronista d. Juan Moreno Castro según sus indagatorias, que Antonio Calzadilla  fue un torero al parecer sevillano, nacido a principios del siglo XVII y del que existen muy pocos datos. Fue muerto en Saint Guiller (Francia) el 25 de agosto de 1845 por un toro de la dehesa de Aniceto Álvaro.

 

Don Juan José Zaldívar Ortega refiere de este lidiador que fue un << banderillero y después matador de toros sevillano, se presentó en la Plaza de Toros de su ciudad natal, la Real Maestranza de Caballería, el 4 de noviembre de 1824. Asimismo recoge la tradición que murió el 25 de agosto de 1845, en la Plaza de de Toros francesa de Saint Guiller, a lo que se cree, de una cornada que le infirió un toro de don Aniceto Álvaro. De él se sabe que trabajó en la Plaza de Toros de Pamplona el año 1830 como segundo de Carreto. En nota al margen de la nómina, existente en el Archivo municipal de Pamplona, dice quien sin duda le vio: "Sabe poco, pero mató varios  toros a la primera estocada, dándolas de corrida; no tiene manejo de muleta." Otro informe procedente del mismo depósito es muy expresivo, aunque lacónico. Al tratar de organizarse el cartel de 1832 la Junta de Pamplona advierte a su representante en Madrid: "El segundo espada que propone Montes es muy visto y vale poco." Se deduce de ello que Antonio Calzadilla toreaba con frecuencia, y que le protegía el gran “Paquiro”. Y este último dato acaso no sea temerario relacionarle con la noticia que Sánchez de Neira acoge de que frecuentara la Escuela de Tauromaquia de Sevilla. Si no contraída allí, la amistad está claro que existía. "

 

De su suerte el afamado historiador taurino, don Juan José de Bonifaz Ybarra, refiere que << no ha quedado debidamente dilucidado si Antonio Calzadilla (Colilla) llegó a la categoría de matador de toros o no pasó de la de medio espada o, simplemente, de novillero. En cualquier caso, lo que parece indudable es que actuó de banderillero a las órdenes de Juan León y, por ello, en este lugar es colocado, ya que el 4 de noviembre de 1845 hallaría su fin, al ser corneado por una res de Aniceto Álvaro en el coso francés de Saint Guiller. "

EL TORERO GÓNGORA (XXXX - 1845)

Cortesía de
Maestro en historia D. José Francisco Coello Ugalde
https://ahtm.wordpress.com/2016/03/01/de-broncas-e-incendios-en-plazas-de-toros/

En mayo de 1845, en la Plaza de Toros de San Pablo, en México, D.F., ocurrió una grave desventura producto de la cual falleció un torero de apellido Góngora, a quien desgraciadamente no se pudo brindar atención médica inmediata debida a que no contaba la plaza con enfermería, botiquín, ni médico que auxiliase a los heridos.

Esto dio ocasión para que el Sr. Regidor D. Manuel Robredo le dirigiera una orden con acuerdo posterior al Sr. Administrador de la Plaza, el entonces empresario o asentista, D. Miguel de la Barrera, para socorrer a los lidiadores en lo subsiguiente mediante la provisión de un facultativo de planta, botiquín, y demás necesario para la primera curación de los heridos.

Fuentes:
Salvador García Bolio: Asistencia Médica. Plaza de Toros de San Pablo 1845. México. Bibliófilos Taurinos de México, 1985. 20 hojas, hojas 9-11
Historia de la Cirugía Taurina en México (De los siglos virreinales a nuestros días) Raúl Aragón López- Mtro. José Francisco Coello Ugalde, México, 2018, Fomento Cultural Tauromaquia Hispanoamericana, páginas, 56,57, 271