Los toros dan y quitan

DIONISIO RAMÍREZ "PAJITAS", BANDERILLERO MUERTO ENTRE 1819 A 1835

DIONISIO RAMÍREZ

"Banderillero"
Obra del afamado ilustrador español
Lorenzo Goñi

El sábado19 de octubre de 2013 recibí una amable carta del historiógrafo taurino Rafael Gómez Lozano, propietario del Blog enciclopédico en Internet "Toreros Mexicanos", donde nos comparte de su muy completa hemeroteca, un artículo titulado "Plazas de Toros en el Distrito Federal" firmado por "Pasiego", en el periódico "Multitudes", de agosto de 1991, y donde, entre muchas cosas interesantes, refiere que la Plaza de Toros de Necatitlán que había sido inaugurada el 13 de agosto de 1808 para celebrar el aniversario de la caída de la Gran Tenochtitlán, funcionó hasta 1819, para una vez abandonada sirviera como circo a acróbatas y titiriteros.

Decae esta plaza por la competencia que tiene con su rival vencedora, la Plaza de Toros de "El Boliche", ubicada en la acera norte de la Alameda. Su nombre se debió a que en el corralón donde fue fabricada estuvieron establecidos unos volantines y boliches. Se inaugura en el citado año de 1819, siendo padrino el general don Domingo Rubalcaba. Espadas los Hermanos Ávila (Sostenes, José María y Luis). Toros de Puruagua, del estado de Michoacán.

En la Plaza de Toros de "El Boliche", hubo corridas que tuvieron notoriedad y acontecimientos de remembranza. Entre estos se encuentra la cogida y muerte del banderillero Dionisio Ramírez "Pajitas". De este funesto acontecimiento hay una estampa publicada en un periódico que se editó muchos años después (1887), el que tenía por título "La Banderilla". La Plaza de Toros de "El Boliche" tuvo vida hasta 1835, cuando fue sustituida por la de San Pablo.


Cortesía de
http://laaldeadetauro.blogspot.mx/2008/11/presentacin.html

El 29 de enero de 2019, el maestro en historia, D. José Francisco Coello Ugalde, publicó en su página en la Red "Aportaciones Historico Taurinas Mexicanas" una interesante editorial de nombre "Sobre las plazas de toros de Necatitlan y El Boliche en el México del siglo XIX" (Curiosidades taurinas de antaño exhumadas hogaño), donde cuestiona la cogida y muerte del banderillero Dionisio Ramírez "Pajitas" aclarando que la víctima fue en realidad el banderillero Ceballos (a) El Sordo. Al respecto pego una parte de la referida editorial donde aborda el tema que nos ocupa:
Recuerda Cuesta Baquero que, en esta plaza y entre los hechos que tuvieron notoriedad, se encuentra la cogida y muerte inmediata del banderillero "Pajitas" (probablemente sea Antonio Ceballos y no "Pajitas" el herido, puesto que el autor de las presentes referencias menciona que en un número de "La Banderilla", periódico que se publicaba en 1888, aparece una estampa que recrea el percance, gracias a los buenos oficios de Iriarte, ocupándose de "El Sordo"). Y se trata, como aparece en "La Banderilla" misma de
…la primera cogida que presenció el público mexicano.
En el año de 1819 se estrenó la plaza de "El Boliche", construida en la calle de la Mariscala, lidiándose toros de la ganadería de Puruagua.
El banderillero Ceballos (a) El Sordo, al poner la segunda banderilla al primer toro de lidia, que era berrendo en cárdeno, voluntario y de poder, fue enganchado por el muslo derecho, penetrándole la llave (Entre las muchas denominaciones dadas a la cornamenta de los toros, "llave" es una de ellas) izquierda en el estómago.
Pero como verán, aquí también notamos un pequeño desacierto, pues no era Antonio sino Manuel Ceballos, de acuerdo a los datos que se encuentran en la "Historia de la cirugía taurina en México (De los siglos virreinales a nuestros días)", de reciente aparición, y cuyos autores somos el Dr. Raúl Aragón López y quien firma la presente colaboración (D. José Francisco Coello Ugalde).
Termino anotando que Carlos Cuesta Baquero recuerda en ese percance, un asunto más que parecido al que varias décadas después enfrentaron Lino Zamora, Braulio Díaz y Prisciliana Granado en claro triángulo amoroso. Pues una situación similar la encararon "Pajitas" y "El Sordo", los dos enamorados de la misma mujer por lo que pusieron de por medio el riesgo, siendo la del Boliche, la plaza que sirvió como triste escenario de aquella tremenda cornada en el vientre que recibió el infeliz banderillero.
Terminaron los días de ese coso en 1835, según lo refiere Cuesta Baquero para dar paso a la inauguración de San Pablo, en 1835, y que pudo ser un año antes, de no haberse presentado una epidemia de "cólera asiático", causa que provocó la prohibición en la aglomeración de personas, y en consecuencia de las diversiones públicas.
Fuente:
Maestro José Francisco Coello Ugalde
https://ahtm.wordpress.com/2019/01/