Los toros dan y quitan

LA SINIESTRA OLA DE SUICIDIOS EN EL COLISEO DE NIMES (2012-2013)

LA SINIESTRA OLA DE  SUICIDIOS EN EL COLISEO DE NIMES  (2012-2013)

"Les Arenes", de Nimes, Francia
Al frente, la estatua del inolvidable matador Nimeño II, que se suicidó en 1991

El 7 de febrero de 2013, la estudiosa editorialista Raquel Villaécija, del afamado diario español: "El Mundo", alertaba sobre una novedosa ola de suicidios que se han cometido en el añoso anfiteatro romano de Nimes, edificado en el año 27 antes de Cristo en tiempos del emperador Augusto. En solo dos meses, 3 personas se han lanzado desde lo más alto del monumento conocido como "Les Arenes" (de 27 metros de altura) y otras 3 lo han intentado.

Los medios franceses elevan la cifra de fallecidos a 5, aunque en el Consistorio sólo confirman 3. Lo anterior es una cifra insólita, luego que en el transcurso de la última década solo se había suicidado 1 persona (otras fuentes citan 2); también sorprende la cifra si se considera que éste enclave del sur galo apenas cuenta con 150,000 habitantes.

Para frenar las muertes, las autoridades en forma preventiva han decidido prohibir el acceso al monumento a todas las personas que vayan solas. A partir de ahora sólo se permitirá el acceso a parejas o grupos. Se trata, explican, de una "iniciativa dura", puesto que el coso es el monumento más apreciado de una ciudad que en verano recibe mucho turismo, y no conviene que adquiera este edificio (de 400 mil visitas al año) esta mala fama. La medida no aplica para corridas de toros, donde si podrán asistir aficionados sin acompañantes. Michael Couzigou, director de la Arena de Nimes comentó que estima que esta ordenanza de prevención de suicidios será levantada tan pronto como la situación se calme.

Algunos de los fallecidos eran vecinos, pero no todos. Uno tenía 50 años, otro era veinteañero. "No responden a ningún perfil común que nos haga pensar en una especie de acto colectivo. Pensamos que se han mimetizado, que al hacerlo uno, los otros han tomado el ejemplo", dicen. La ordenanza municipal también pretende proteger "la integridad del personal, que está golpeado por los sucesos", así como de los turistas. "Los empleados están traumatizados, vieron entrar a estas personas a Les Arenes y se preguntan si podían haber hecho algo". La última en intentarlo fue una joven de 22 años que falló en su objetivo y se ha quedado tetrapléjica, comentó una funcionaria de la municipalidad.

Richard Tibérino, un asistente de seguridad, comentó por su parte, que en Nimes la cifra de incidencia de intentos de suicidio ronda los 50 por año, pero solo unos pocos se dan en las calles, luego ante esta repentina aceleración de suicidios en sitios públicos las autoridades han actuado.

Fuentes:
http://www.elmundo.es/elmundo/2013/02/07/internacional/1360230070.html
http://www.opinionytoros.com/noticias.php?Id=40524
http://www.laprovence.com/article/actualites/taux-de-suicide-eleve-les-arenes-de-nimes-interdites-aux-personnes-seules

Si bien es cierto que las autoridades de Nimes han tomado medidas cautelares para evitar que el coliseo, patrimonio de la humanidad, "adquiera la mala fama de ser un sitio propicio para quitarse la vida", también lo es el hecho que no se han puesto a pensar a fondo, en las sombrías razones del porqué estos suicidas han seleccionado este sitio, y menos el haber procurado, el saneamiento espiritual que debe hacerse a un inmueble tan escalofriante, evitando así, que siga siendo el concurrido hábitat de las ánimas en pena que en él anidan. Y no me refiero solamente a los espíritus de los cinco últimos fallecidos, sino a los de los gladiadores y masacrados en este anfiteatro en tiempos remotos, donde se dieron cientos, sino es que miles de muertes en los apocalípticos espectáculos romanos. Entonces estamos claros que se trata de una calamitosa edificación tinta en sangre de infinidad de seres.

En un sitio así de funesto y avieso (como lo son las ruinas de los campos de exterminio de los nazis, que con descaro pretenden algunos desvergonzados borrar de la historia), el celebrar conciertos y espectáculos de divertimiento de naturaleza diversa en tiempos actuales, resulta obviamente una falta de respeto para los ahí fallecidos, es lo mismo que pretender hacer una fiesta en un panteón. Luego entonces es de pensarse si algunas de las muchas almas que por ahí vagan en sus largas condenas de ablución, estarán de acuerdo en que se sigan celebrando espectáculos, o si alguna de éstas animas -porque también las hay insalvables- acaso no influyeron en los retorcidos pensamientos de estos suicidas, para animarles a echarse de cabeza desde lo alto del anfiteatro, para encontrar la muerte en forma expedita.

¿O será que en percibiendo sus ojos el arrastre figurado del elegante capote metálico del inolvidable matador Nimeño II en la plaza del coliseo, hasta pareciera que los concita a traspasar el umbral de la muerte en una forma tan artística como tutelada? No me dejaran mentir los disidentes, si no es por mucho un sitio más amable para encontrar la muerte que el puente Golden Gate en San Francisco CA, USA, o el puente de Salazar en Lisboa, Portugal, donde si queda Usted vivo del golpazo, encuentra la muerte por ahogamiento.

No dudaría por tanto, que en la hora del parto de muerte de estos cinco últimos fallecidos, hubiesen contado en sus visiones con el aliento y vítores de más de 26,000 almas que les animaban a lanzarse al vacío. Luego es entonces, un sitio excepcional para sentirse acompañado por entidades que perviven más allá de la existencia terrenal, y en descubriendo o enterándose el suicida que existe vida más allá de la muerte, las dudas se les vuelven nimiedades y, el desapego a una vida actual que seguramente ya no les convence, es un aliciente más para descubrir una vida mejor que les aguarda. Quizá les bastó decir al llegar al Sheol: ¡Señor, no soporté tanta injusticia... Perdóname!, ó quizá decir, ¡Señor, no soporté tanto dolor...Discúlpame!, y nuestro Señor, en su infinita misericordia, los acogió en su Reino sin más disquisiciones.

Han de saber sin duda las autoridades de Nimes, que si Usted procura caer de cabeza desde 27 metros de altura hasta topar con suelo macizo, el impacto brutal en el cerebro es prácticamente indoloro, porque para cuando quiera Usted razonar en la gravedad del porrazo, ya habrá fallecido; más si se produce una fractura craneal con exposición de masa encefálica, aparejado de daños espinales o en órganos vitales, tal que la percepción del dolor se inhabilita hasta que el organismo perece por falla multi-orgánica o por choque hipovolémico. Entonces sin duda escogieron una muerte tan rápida como efectiva, quizá mucho más segura incluso que morder el cañón de una pistola y tragarse un plomazo, porque si no se apunta debidamente al paladar para dañar el cerebro, se corre el riesgo de quedar vivo y sin habla, como recién le ocurrió a Dzhokhar Tsarnaev en Boston.

Con estos razonamientos en mente, y anteviendo con fundamento que todo está a favor de que los suicidios continúen, lo más indicado resultaría procurar una ablución al coliseo, más estando tan a mano en Europa los exorcistas oficiales de la Iglesia Católica Apostólica y Romana, para que en los meses, los días y las horas más adecuadas, realicen los rituales indicados para lograr que las ánimas en pena que ahí residen desde el tiempo de los romanos, encuentren o se enclaustren en el Sheol y abandonen el coliseo, albeando el recinto de espíritus y torcidas atracciones, por no referirlas demoniacas. No veo que los pastores de Dios se hayan parado ahí para lavar el anfiteatro con agua bendita, tampoco que hayan encendido 26,000 antorchas para expiar cada localidad de malos espíritus, menos lijar los pisos y muros del edificio para apartar el morbo ancestral de su corteza superficial y sepultar en un rito mortuorio, estos polvos inicuos de la abrasión, lejos, en un Camposanto. Tampoco he sabido que hayan quemado en braserillos resina de pino, incienso, salvia, o romero, para hacer lo mínimo por sanearlo, y con tales ahorros y tanta falta de aplicación e inteligencia, no hay cura posible; así que terminarán por instalar telas para gallinero, en la parte superior, para impedir el aciago propósito de los suicidas, siendo que ahí se requiere un saneamiento formal del inmueble, y estar abiertos a lo que nada comprenden; que si mis propuestas les causan risa por su desconocimiento del tema, las de ellos provocan pena ajena, de cuerdos y de locos.