Los toros dan y quitan

LA TRAGEDIA DE TYRELL FLOYD Y BEN PIRMAN (XXXX - 2003)

LA TRAGEDIA DE  TYRELL FLOYD   Y   BEN PIRMAN

Solo para efectos ilustrativos
“Cowboys Dance”
Obra de la pintora norteamericana Jamie Winter

Uno de ellos, Tyrell Floyd,  era un vaquero natural, criado en un rancho familiar cerca de esta pequeña ciudad minera y ganadera de 20,000 habitantes en el noreste de Wyoming. El otro, Ben Pirman, era un chico de ciudad con el corazón de un vaquero que le encantaba montar toros. Tyrell Floyd, de 19 años de edad, y Ben Pirman, de 18, se convirtieron mutuamente en sus mejores amigos, y en parte de una típica y selecta camarilla de “cowboys” en la escuela secundaria;  un grupo muy unido que se distinguía fácilmente por usar pantalones oscuros marca  “Wrangler”, con camisas largas y sombreros de vaquero, que respetuosamente guardaban en sus lockers durante el horario escolar. Pero los amigos, la familia, y la misma policía están desconcertados por lo que ocurrió el 18 de enero de 2003.  La policía indagó que Tyrell Floyd disparó a Ben Pirman con una escopeta, en un dormitorio en el rancho de Floyd, en las colinas fuera de Gillette Wyo., y que posteriormente llevó el cuerpo sin vida de su amigo al patio, para luego pegarse un tiro. Los investigadores no han encontrado respuestas acerca del porqué Floyd hubiera querido asesinar a su mejor amigo, aunque no descartaron la posibilidad de que se trató de algún desventurado tipo de accidente al estar mostrando o manipulando el arma en frente de su amigo, y que el posterior suicidio del agresor pudo deberse al trauma del accidente, a la carga moral de la culpa, a un mal juicio práctico de cómo enfrentar el caso ante las 2 familias, la propia y la de su amigo, y frente a las autoridades,  y  el temor fundado de pisar la cárcel y enfrentar los horrores y degradaciones que los internos mayores cometen contra los jóvenes reclusos,  y que incluso recientemente combatió por medio de mejores legislaciones y cuidado carcelario, el Presidente Bush Jr. Los investigadores saben que habían estado bebiendo en una fiesta la noche anterior. Ellos también saben que un puñado de jóvenes estaban allí cuando sonó el primer disparo. Todos han cooperado en la investigación. El Campbell County Sheriff, Bill Pownall,  refiere que Floyd y Pirman estaban charlando tranquilamente  antes de que sucediera el derramamiento de sangre, y que no había indicios de que estuvieran discutiendo, o de que Ben Pirman se sintiera atemorizado. No hay drogas o medicamentos involucrados, y el resultado de las autopsias y un análisis de otras pruebas quizá puedan ayudar a desentrañar el misterio.

En el pasado los jóvenes amigos  se reunían  en una arena de rodeo de práctica local, donde ambos montaban toros hasta que Floyd descubrió que tenía más facultades para la monta de broncos ensillados. Pirman a menudo se quedaba en el rancho de Floyd, y viajaron juntos a los rodeos de la escuela secundaria. En el circuito de rodeo de escuelas secundarias ambos eran estrellas en su especialidad. Tyrell Floyd hizo nacionales de escuelas de enseñanza media superior en los últimos dos años en monta de caballos broncos, mientras que Ben Pirman clasificó para las finales estatales los tres últimos años. Ambos se graduaron de High School el año pasado y mantuvieron su mirada fija en el circuito de rodeo profesional, aunque en especialidades diferentes. Floyd participó en todos los rodeos en que pudo,  mientras trabajaba en el rancho ganadero de su familia, donde planeaba construir una cabaña para él y su novia. Ben Pirman también siguió participando en rodeos y asistiendo al Eastern Wyoming College en Torrington, en el sureste de Wyoming. El estaba estudiando agricultura y explotación y administración de ranchos, comentó su novia de 17 años de edad, Jennifer Carter. Nunca hubo palabras fuertes entre ellos, dicen sus amigos. Quienes los conocieron citan que ambos se llevaban excelentemente bien y no eran ni violentos ni agresivos, en contrario eran muy amigos y enemigos ambos de la violencia. Sus imprevisibles muertes han sorprendido a la ciudad. Cientos de dolientes, muchos con sombreros de vaquero y botas, asistieron a cada uno de los funerales de los adolescentes por separado."Estamos buscando respuestas que quizá nunca podremos encontrar", dijo el pastor Martin Crump, quien ofició en ambos servicios. (Q.E.P.D.)
Fuentes:
http://www.beaumontenterprise.com/default/article/Rodeo-Stars-Murder-Suicides-Stump-Police-759913.php
http://www.highbeam.com/doc/1P1-71542863.html