Los toros dan y quitan

MANUEL CALDERÓN DÍAZ (1840 - 1891)

MANUEL CALDERÓN DÍAZ

Solo para efectos ilustrativos

Obra del eximio pintor español Pedro Escacena Barea

Picador de Rafael Molina “Lagartijo”, y hermano de los también picadores Antonio, Francisco y José, que constituyen una de las más ilustres dinastías de varilargueros recordadas en la historia de la Tauromaquia, era oriundo de Alcalá de Guadaira, nació un 2 de octubre de 1840 y fue cogido en la Plaza de Toros de Aranjuez, en los festejos de San Fernando, el 30 de mayo de 1891, por un toro llamado “Lumbrero”, retinto albardao, de mucho peso, pero no muy voluntario, puesto que solamente aguantó cinco puyazos, pero de gran poder. Recargó en uno dellos Manuel Calderón, derribando á éste de latiguillo, y echándole encima todo el peso de la cabalgadura. Conmocionado por el golpe el picador, fue retirado á la enfermería, muriendo al día siguiente, reventado por dentro. (Crónica de don Juan  José Zaldívar Ortega)

Refiere el erudito taurino, don Juan José de Bonifaz Ybarra, de esta víctima de la fiesta, que << El Califa del Toreo, Rafael Molina (Lagartijo) se encerró el 30 de mayo de 1891 en Aranjuez con seis poderosos astados de la vacada del duque de Veragua. El que abrió plaza, “Lumbrero” de nombre, derribó, en caída de latiguillo, a Manuel Calderón Díaz, produciéndole tan graves lesiones,  que fallecería al día siguiente (31 de mayo de 1891). En el mismo festejo fueron cogidos y heridos los banderilleros Rafael Martínez (Manene) y Andrés Infiesta, así como el entonces novillero puntero Francisco Bonar (Bonarillo), quien solicitó y obtuvo permiso del espada y de la presidencia para estoquear a la res que cerró el festejo. "


Manuel Calderón Díaz.
Del Libro Víctimas del Toreo
MVZ Juan José Zaldivar Ortega

Para mayor detalle de su andadura taurina, el historiador Juan José Zaldívar Ortega refiere en su libro "Víctimas del Toreo"- Apartado de Picadores (Páginas 89 a la 91), que Manuel Calderón Díaz, nacido en Alcalá de Guadaira (Sevilla) el (02-10-1840), falleció el (30-05-1891), a los 51 años de edad, debido a un tremendo golpe en la cabeza. Era el hermano más joven de Antonio, Francisco y José Calderón, los famosos picadores-, hizo su presentación como picador, en la Plaza de Toros de Madrid el (11-09-1870), tomando en ella la alternativa, donde continuó actuando de 1873 a 1891, pero comenzó a trabajar como tal de antes de 1865; y en los años en que interrumpía su labor en Madrid, salía por provincias. Al retirase sus hermanos Antonio y Francisco, José y Manuel Calderón ocuparon las vacantes que aquellos dejaron en la cuadrilla de Rafael Molina (Lagartijo), a quien siempre les unió una profunda amistad. Coincidió su labor en la cuadrilla de Rafael Molina con los mejores tiempos de éste, al que acompañó a París, sufriendo una herida de pulgada y media de extensión en el antebrazo derecho que le produjo el toro, llamado Farolero, del marqués del Saltillo. Por ser el menor de los hermanos, no tuvo que sufrir la ruda experiencia de los primeros años de aprendizaje, la desatención de empresarios y toreros, y al amparo de la fama de los otros comenzó a trabajar en buenas cuadrillas y figuró en las de los principales matadores de su época. Manuel Calderón fue el menos brillante de los hermanos. Reunía muy buenas cualidades, pero en ocasiones le faltaba decisión, y a lo largo de su vida torera resultó muy desigual. No obstante, como en aquellos tiempos comenzaba la decadencia de la suerte de varas, Manuel Calderón, que no pecó de sobresaliente, se mantuvo en un digno plano, si no llegó a la altura de sus hermanos, y lució grandes habilidades. El (11-09-1870) hizo su presentación en la plaza madrileña, tomó en ella la alternativa de picador, donde continuó actuando de 1873 a 1883; y en los años en que interrumpía su labor en Madrid, salía por provincias. Al retirase sus hermanos Antonio y Francisco, José y Manuel Calderón ocuparon las vacantes que aquellos dejaron en la cuadrilla de Rafael Molina (Lagartijo), a quien siempre les unió una profunda amistad. Al retirarse su hermano José, quedó como el picador más antiguo de "Lagartijo", con quien salió a picar el (30-05-1891), abrió plaza en Aranjuez el toro, llamado "Lumbrero", retinto albardao -dijo La Lidia-, de mucho peso, buen mozo y bien colocado; uno de los seis astados del duque de Veragua XIV, que debía lidiar y estoquear en solitario Rafael Molina el Grande (Lagartijo). No fue muy voluntarioso, puesto que solamente aguantó cinco varas, pero de gran poder en uno de Manuel Calderón, derribando a éste de latiguillo, y echándole encima todo el peso de la cabalgadura. Conmocionado por el golpe, el picador fue retirado a la enfermería, continuando la lidia, clavando seguidamente Antolín dos grandes pares al cuarteo y uno bueno Juan Molina al sesgo, y acabando Rafael con el primero de la corrida de una excelente estocada a volapié. Terminada ésta con los incidentes que nadie ignora, al trasladarse los diestros a la fonda, y enterarse del estado de su compañero Calderón, se vino en conocimiento que lo que se creía una indisposición pasajera, como tantas otras del mismo origen, revestía caracteres de más gravedad, hasta el punto de que aumentándose progresivamente, motivaron el fatal desenlace de privar de la vida al desdichado picador en las primeras horas del siguiente día.