Los toros dan y quitan

TOMÁS MARTÍN GONZÁLEZ (1957 - 1998)

TOMÁS MARTÍN GONZÁLEZ

Solo para efectos ilustrativos
“Salida de Toros”
Obra del genial pintor Mariano José María Bernardo Fortuny y Garbo Marsal (1838-1874)

Refiere el erudito taurino, Rafael Gómez Lozano (Dientefino), que en la revista (6TOROS6), ejemplares No. 221 y 226, del 22 de septiembre y del 17 de noviembre de 1998, consignan que: el 15 de septiembre de 1998, durante la celebración de los tradicionales encierros de la localidad abulense de Madrigal de las Altas Torres, conocidos como “Toro del Alba”, de nuevo se vivió el drama de una mortal cogida. La víctima, natural de Madrigal, de 41 años de edad, fue empitonada en la plaza de toros por un astado que le infirió una herida en el tórax que le afectó el corazón. La cornada se produjo sobre las 8 horas de la mañana cuando Tomás Martín González acompañando al toro en su carrera chocó con otro participante, momento en el que fue cogido por el animal. Tras ser atendido por los servicios médicos del coso taurino, fue trasladado al hospital de Medina del Campo, donde se le apreció una irreversible herida que le provocó la muerte.

El diario español "El País", del miércoles 16 de septiembre de 1988, publicó una nota informativa de la agencia EFE desde Madrigal de las Altas Torres (Avila), donde refiere que un hombre muere de una cornada en un encierro.- Un hombre de 41 años murió como consecuencia de la cornada que le propinó un toro durante el encierro llamado "Toro del Alba", que tuvo lugar a primeras horas de la mañana de ayer en Madrigal de las Altas Torres (Ávila). La víctima, Tomás Martín González, vecino de Madrigal, fue empitonado en la plaza de toros y resultó con una cornada en el tórax que le afectó al corazón. Tras ser atendido por los servicios médicos del coso, se le trasladó al Hospital Comarcal de Medina del Campo, donde ingresó en coma a las 08:20 horas. Poco después falleció. El segundo encierro de la mañana, que empezó a las 10 horas, se celebró pese a que la mayoría de los madrigaleños eran partidarios de la suspensión, en señal de duelo. Los restantes festejos programados, sin embargo, fueron suspendidos. Otros encierros celebrados en diversas localidades tuvieron percances. El más grave lo sufrió Rubén B. F., de 15 años, que corría el encierro de Móstoles (Madrid) pese a que está prohibido para los menores de edad. La cornada es un un muslo. En el Toro de la Vega, de Tordesillas (Valladolid), resultó herido leve en un muslo el corredor Luis Enrique Posada.
Fuente:
http://elpais.com/diario/1998/09/16/cultura/905896811_850215.html