Los toros dan y quitan

PACOMIO MARÍN GINÉS (XXXX - 1938)

PACOMIO MARÍN GINÉS

Solo para efectos ilustrativos
Paraje Natural de “La Cimbarra”  en  plena Sierra Morena,
al término municipal de Aldeaquemada, en Jaén, España
Cortesía del Sitio Web:
http://www.elrincondelaventurero.com/wp-content/uploads/2010/04/cascadadelacimbarra9ry6.png

En el término de Aldeaquemada (Jaén)  pastaban los toros de don Pacomio Marín Ginés, un ganadero de postín y aficionado inteligentísimo, famoso por su exagerada escrupulosidad con sus toros. Esta afamada dehesa  fue fundada en 1910 por don Luis Baeza con sementales de raza “jijona”, hizo cruces con vacas de Veragua y un extraordinario semental de don Julián Hernández, puro Vicente Martínez. El ganadero fue perseguido por los republicanos, que le sometieron a las más crueles humillaciones y padecimientos que le llevaron a la muerte en 1938. La vacada sufrió un grave quebranto, aunque se pudo rescatar una parte y ser continuada por su viuda y su hijo Eugenio.

 
Fuente: Don Rafael González Zubieta (el Zubi)
http://rafazubi52.blogspot.com/2010/05/republica-guerra-civil-y-toros-vii.html
http://prensahistorica.mcu.es/en/catalogo_imagenes/imagen.cmd?path=506024934&posicion=1

Refieren en la Revista Terralia ( Editorial No 5 : El Tronco Jijón) que en 1917, don Pacomio Marín Ginés, importante latifundista, tratante de ganado de carne y vecino de la localidad de Aldeaquemada (Jaén), situada en las estribaciones del sur de Sierra Morena, lindando con la provincia de Ciudad Real, se decide a ser ganadero de lidia. Para ello se hace con la mayoría de las reses (y derechos de hierro, divisa y antigüedad) del segoviano don Luis Baeza, aún de raza jijona pero ya mezclada por éste último con reses de origen Villamarta. Don Pacomio, gran aficionado a la tauromaquia, quería mejorar lo adquirido y tres años después lo aumenta con un lote de vacas del duque de Veragua, ampliando al mismo tiempo la finca inicial de Aldeaquemada, denominada "Navazo", con las de "El Tentadero" y "Estrecho de Carretas" y llevando además a cabo un proceso riguroso de selección. Debuta en Madrid el 27 de agosto de 1927 con seis novillos, con no excesivo éxito. Esto le hace recapacitar y al año siguiente adquiere dos camadas de eralas y añojas y el semental Mirandillo al colmenareño don Julián Fernández Martínez (uno de los herederos de don Vicente Martínez que, como se verá más adelante, era uno de los encastes más afamados en aquella época, de sangre ibarreña, formada, como ya veremos, a partir de los extraordinarios sementales Diano, Dudoso, Ramito y Vinagrero). Don Pacomio se centró sobre todo en esto último y fue progresivamente eliminando lo anterior, cambiando de hierro y adoptando una divisa verde y blanca, logrando que sus reses fuesen adquiriendo, poco a poco, una calidad más que notable. También hay rumores de que adquirió en algún momento reses de los Flores de Albacete y de Moreno Yagüe, aunque esto no lo hemos podido confirmar. El toro que más fama le dio fue Florentino, lidiado en Villanueva del Arzobispo (Jaén) el 10 de septiembre de 1920, que tomó siete varas sin repucharse, dio cinco caídas y mató cuatro caballos. Tras un primer matrimonio, del que tuvo un hijo (don Gudelio Marín Féter) y enviudar tempranamente, don Pacomio se volvió a casar, esta vez con doña Francisca Marcos, también buena aficionada. Fruto de éste último enlace nacieron cuatro hijos: Francisco, Micaela, Eugenio y Justo. Todos heredaron de sus progenitores la pasión por el toro de lidia pero solo algunos de ellos la mantuvieron, como se podrá ver. Además, la guerra civil española causó tremendos destrozos a la ganadería, llegando casi a su extinción y don Pacomio falleció en octubre de 1938, cerca del final de la contienda.
Fuente:
http://www.terralia.com/index.php?revista=27&articulo=188