Los toros dan y quitan

CELESTINO NAVARRO (XXXX - 1905)

Solo para efectos ilustrativos

“Alternativa”

Del pintor madrileño José López Fernández (Canito) 

Novel banderillero que fue herido de muerte por “Armerito”, novillo de don Eduardo Ibarra, lidiado en una becerrada en la Real Maestranza de Caballería de Sevilla el 6 de mayo de 1905, al banderillearle. (Crónica de don  Juan José Zaldívar Ortega)

MANUEL MONTAÑO MUÑOZ (1878 - 1905)

Cortesía del historiador Antonio Román Romero

Banderillero sevillano, nacido hacia el año 1878, falleció en la enfermería de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla el 17 de julio de 1905, a los 27 años de edad, día que se celebró en dicha plaza una corrida de toros de don Anastasio Martín; a poco de salir el primer toro, de nombre “Playero”, persiguió al banderillero Montaño; éste buscó el burladero, pero antes de lograr ocultar su cuerpo fue alcanzado por un derrote del animal, hundiéndole en el costado derecho casi todo el pitón. El  banderillero entró en el callejón creyendo que sólo había recibido un fuerte hocicazo sin importancia, y cuando observó que la sangre manaba abundantemente de su cuerpo, cayó al suelo medio muerto ya, dejando de existir a los pocos minutos de ingresar en la enfermería. Montaño Muñoz no fue mucho banderillero, pero no se quedó en muy poco. Era suelto para la brega, y con los palos cumplía bien. Manuel Montaño, banderillero que tuvo como tantos otros, aspiraciones de matador,  por tientas y herraderos se ejercitó en sus comienzos,  y luego en plazas de último orden en las provincias de Huelva, Cádiz,  y sur de Extremadura, trabajó como matador de novillos, pero con tan poco éxito y en tan contadas ocasiones, que se reintegró a su oficio de herrero, abandonando aquellas correrías. José Claro “Pepete”, que había trabajado con él de banderillero en algunas corridas que toreó, le hizo un lugar en su cuadrilla, y así se separó otra vez del yunque para encontrar la tragedia.  (Fuente: Crónica de don Juan José Zaldívar Ortega)

Al respecto de su trágica singladura taurina, el maestro Juan José de Bonifaz Ybarra, refiere que <<  también había iniciado como modesto novillero su caminar por la senda del toro Manuel Montaño Muñoz. Ya como subalterno ingresó en la plantilla de José Claro (Pepete), quien, curiosamente, había sido banderillero suyo. Un ejemplar de la ganadería de Anastasio Martín, de nombre “Playero”, corneó a Montaño, el 16 de julio de 1905, en el ruedo maestrante de su Sevilla natal. La herida, en el costado derecho, determinaría su rápido fallecimiento en la misma enfermería del coso. " 

Refiere don José Antonio Román Romero en su Blog Taurino "De Hombres Toros y Caballos", que, todas la crónicas en sus escasos datos indican que Manuel Montaño Muñoz nació en Sevilla y que murió en 1905 con 27 años de edad por lo que se deduce nació en 1878, aprendió el oficio de herrero e hizo sus primeras prácticas taurinas en las capeas" como novillero, Incorporándose como banderillero a la cuadrilla de José Gallego Mateo, o José Claró, "Pepete III de quien fue compañero en sus inicios. En la novillada del 16 de Julio de 1905 celebrada en Sevilla, Pepete vio morir a su banderillero Manuel Montaño, a cuyo lado comenzase a torear. Fue en el primer capotazo al primer toro (Playero, de Anastasio Martín, negro) al tomar un burladero. Cuestión de un instante. Rematar el bicho alto y con ímpetu; el cuerno que penetra casi en su totalidad por la axila derecha del diestro, llegando al cuello, y la muerte minutos después en la enfermería. Muy poca gente se dio cuenta de la gravedad del percance, que no tuvo aparato alguno. Ni aun siquiera perdió tierra el banderillero. La corrida siguió Pepete mató valentísimamente al causante de la catástrofe, sufriendo un ligero pitonazo en el pecho.
El parte facultativo decía que el diestro Manuel Montaño fue reconocido de una herida de cuatro centímetros de extensión en la cara anterior de la articulación del hombro derecho en dirección de abajo a arriba y de fuera a dentro, que interesaba todos los tejidos de la región anterior, parte superior de la región lateral del pecho, haciéndose penetrante al parecer por debajo de la clavícula, llegando a despejar los tejidos de la región anterior del cuello, falleciendo a poco de haber ingresado en la enfermería.

MIGUEL VILLALONGA RAMÍREZ "FABRILITO" (1886 - 1905)

Solo para efectos ilustrativos

"La vista de la plaza de toros, extramuros de Madrid en la ocasión de una corrida de ellas" (1791) Obra del eximio grabador Antonio Carnicero

Refiere André Lopez Lorente (Nomenclature en hommage aux victimes du toreo édité par la Société Taurine "La Muleta" 2007) que fue un novillero que falleció en  Nimes Francia por un toro de la dehesa de Bosco Papinaud.

 

El cronista Juan José Zaldívar Ortega comenta de Miguel Villalonga Ramírez (Fabrilito), que fue un << matador de novillos, nacido en Cirat (Castellón de la Plana) el 15 de abril de 1886, habiendo fallecido en 1905, cuando contaba 19 años de edad. Toreó por primera vez en la Plaza de Toros de Ondarra (Valencia) en 1901, cuando tenía 15 años de edad y estoqueó con algún éxito cuatro novillos. Desplegó sus actividades en las novilladas económicas de la Plaza de Toros de Barcelona, y en Gerona, Castellón y Valencia y algunas Plazas de Toros del Mediodía de Francia, y su buena voluntad y su valentía se hacían aplaudir de los públicos, que veían en él una gran promesa. El 6 de agosto de 1905 se celebró en la Plaza de Toros francesa de Nimes una novillada con cuatro toros del país, de la ganadería de Papinad; después de señalar la muerte del último de la tarde con una banderilla y al intentar arrancársela, se le echó la res encima y le dio una cornada en el bajo vientre. Declarada la peritonitis, murió al siguiente día. "

 

Por su parte el erudito taurino español, don Juan José de Bonifaz Ybarra,  refiere que << el castellonense Miguel Villalonga Ramírez ( Fabrilito), que pese a su corta edad ya había obtenido éxitos en la zona mediterránea y en el sur de Francia, participó en el festejo incruento celebrado en el circo francés de Nimes el 6 de agosto de 1905. Al tratar de desprender la banderilla con la que se había simulado la suerte suprema, fue corneado en el vientre por el astado de la vacada de Papinand que lidiaba. Declarada la peritonitis, expiró el siguiente día. "

EUGENIO GABARDÁ LIZANDRA (XXXX - 1905)

Solo para efectos ilustrativos

Iglesia Parroquial de Alcásser (Valencia), cortesía de Pepe Lacreu

Banderillero en novilladas que falleció la tarde del 4 de diciembre de1905 en la Plaza de Toros de Alcásser (Valencia) , al recibir una cornada en el vientre, por el toro, de nombre “Droguero”, de la ganadería Vicente (el Obrés). (Fuente: Don Juan José Zaldívar Ortega/ Víctimas del Toreo).

 

Respecto de su infortunio, don Juan José de Bonifaz Ybarra, refiere en su obra “Víctimas de la Fiesta”, que << Eugenio Gabarda Lizandra, hermano de Emilio (Gabardito), pasó a mejor vida el 17 de diciembre de 1905 en un hospital de Valencia, como resultado de una herida recibida en el bajo vientre, el anterior día 4 en Alcácer –en la provincia citada- , inferida por el astado “Droguero”, de Vicente (el Obrer). "

JUAN TORRADO MESA (1886 - 1905)

Faena del diestro José Luis Galloso

Obra del genial pintor español del Puerto de Santa María, Paco Arniz.

Refiere don Enrique Bartolomé, en una brillante editorial publicada en el Diario de Cádiz, España,  el 15 de marzo de 2009 - Muerte de un torero-, que << Juan Torrado Mesa nace en El Puerto el día 12 de abril de 1886, hijo de José Torrado Lorenzo y Luisa Mena Monroy, vio la luz en una casa de vecinos del barrio alto, concretamente en el número 6 de la calle Arena. Desde pequeño, cuando se escapaba a jugar, no lo hacía detrás de un balón como la mayoría de los chavales, Juanito se perdía camino de Jerez en las dehesas de Bolaños o en la Vega de Los Pérez. Su afición a los toros era tal que todas las noches soñaba con ser un gran torero. Año tras año, se aventuraba a vestirse de luces, y lo consiguió. Así, con más pena que gloria, entre el anonimato y rabia contenida, anduvo toda su corta vida. A los 19 años, sin apenas disfrutar de las mieles del triunfo, Juan Torrado Mena es empitonado por un toro en la Plaza Real, el 20 de marzo de 1905. A las 5 de la tarde, la fuerte cogida le llevó a la enfermería inconsciente. Ya no despertó y en la madrugada expiraba, rodeado de los suyos. La prensa de la época recogía en sus ediciones del día después lo acontecido en la plaza. La Revista Portuense del 21 de marzo de 1905  destacaba: "en la madrugada última ha fallecido el joven torero Juan Torrado Mena, muy conocido entre nosotros por haber tomado parte en varias ocasiones en becerradas y espectáculos taurinos. Descanse en paz y reciban sus padres las expresiones de nuestro pésame".El sepelio, al que acudió numerosos portuenses y aficionados taurinos de la provincia, tuvo lugar a las 6 de la tarde del día siguiente. El féretro fue conducido en hombros por los amigos más cercanos y la comitiva la formaban los ancianos del Asilo de San José, La hermandad de Nuestra Señora de los Milagros y el clero parroquial con Cruz Alzada. Y es que el joven torero participaba en cuantos acontecimientos taurinos se organizaban en El Puerto con fines benéficos. En El Puerto, ese fatídico 20 de marzo de 1905, a las cinco de la tarde el joven de 19 años Juan Torrado Mena sufría una cogida mortal. Pocos se enteraron. >>

Fuente: Enrique / Bartolomé / Abogado/El Diario de Cádiz /España/

 http://www.diariodecadiz.es/article/opinion/374584/muerte/torero.html

DON JOSÉ CERÓN MORAVER Y UN TORERO (XXXX - 1905)

Plaza de Toros “La Taurina” de Huamantla, Tlaxcala, México.

Cortesía del Sitio Web:

http://www.viajestonalli.com.mx/page_1199004359406.html

Refiere el cronista del “Diario Intolerancia”, de Puebla México, don José Alberto Vázquez Benítez en una editorial del 30 de agosto de 2010, titulada: La Huamantlada, expresión taurina de un pueblo mágico, que << La tradición taurina de este pueblo se pierde en los años de los siglos XVIII y encontramos referencias certeras en documentos que resguarda el Archivo Histórico de Tlaxcala de que a finales del XIX ya se lidiaban de manera formal toros en la plaza de Huamantla; los carteles archivados hablan de toros de Atezquilla y La Caldera. Los toros se traían arreándolos a caballo, por lo que curiosamente relata la tradición oral un hecho en 1905 —15 de agosto— muy de mañana al frente de la cuadrilla de arreadores montados, venía don Miguel Cerón Caballero, coronel retirado de las fuerzas de Porfirio Díaz, y con él Pepe Cerón Moraver, y el carnal de éste, Cruz Cerón. Un toro castaño se les escapa y va a la barranca, donde acorrala a los de a caballo, yéndose sobre el de Pepe, echándolo abajo y matándolo; don Miguel logra lazar al toro, apergollándolo contra un árbol y va al pueblo por refuerzos, para llevar el toro a la plaza; durante la corrida por la tarde, sale el toro y mata a quien iba a ser su matante, teniendo entonces el primer banderillero de la cuadrilla o peón de confianza Rafael Limón “Limoncito”, que tiene que matar al toro de marras. Aquella primera plaza curiosamente era de madera; redondel y tribunas, con techos en los tendidos construidos con tejamanil, algo muy propio por la cercanía con la sierra. Pero lo más curioso era su conformación: rectangular, que va contra los dictados más elementales de la tauromaquia, ya que plazas con este tipo de trazas dan lugar a que los toros en lidia puedan “aquerenciarse” en alguno de los ángulos de la geometría aquella; de ahí que se prefieran y predominen las plazas de redondel —vaya la perogrullada— “redondo”. Se ubicaba en las afueras del poblado y al desaparecer dio lugar a la “nueva” de mampostería, cal y canto, localizada en el lugar de la actual; se dice que la muy pinturera y actual “Taurina” es un crecimiento de la anterior, que se limitaba a tres o cuatro hileras de tendidos y techada también con estructura de tejamanil, pero sin redondel. Vino después la que permaneció mucho tiempo y luego fue techada o —mejor dicho— entoldada, como está actualmente, después de la última ampliación hace una docena de años hasta darle la configuración actual, amplia y cómoda, con capacidad para 5 mil aficionados

 

Fuente: http://www.intoleranciadiario.com/2009/despliegue-noticia.php?Noticias-Puebla-La-Huamantlada,-expresion-taurina-de-un-Pueblo-Magico&id=62811

LUIS ROURA "EL MALAGUEÑO" (XXXX - 1905)

Cortesía de
http://gestauro.blogspot.mx

Cita el acreditado historiógrafo taurino, don José Antonio Román Romero, en su Blog en Internet: "De Hombres Toros y Caballos", que en Febrero de 1905 la prensa de Sevilla daba la noticia del fallecimiento en el término de Gerena (Sevilla) del banderillero Luis Roura, "El Malagueño", en circunstancias que rodean de misterio la repentina desgracia. He aquí cómo da cuenta del suceso el Noticiero de Sevilla: El banderillero de la cuadrilla de Antonio Fuentes, Luis Roura, "El Malagueño", parece que ha sido víctima de un accidente desgraciado. Únicamente sabemos, con respecto al suceso, que se encontraba dicho diestro en cacería de espera, y que al pasar junto al puesto que Malagueño ocupaba, algunas personas que a éste conocían, encontraron el cadáver, y a su lado, vacía, la escopeta que llevó para cazar. Malagueño comenzó a figurar en cuadrillas en forma desde el año 1893, que embarcó para América y estuvo en Puerto Rico, donde mató algunos toros en unión de Chicorro y Jerezano. Regresó pronto a España, y el año 1891 toreo con Lesaca; formó parte en la cuadrilla de "Jerezano" durante el año 1895, y al siguiente toreo algunas corridas con Faico y con "Espartero".


Cogida de Luis Roura (La Lidia)
Cortesía de
http://gestauro.blogspot.mx

Desde 1897 venía figurando en la cuadrilla de Fuentes donde llevaba casi solo el peso de las corridas, pues era banderillero de ambos lados y su trabajo resultaba siempre concienzudo y meritorio. En sus primeras épocas prefería que los toros se le arrancasen para banderillearlos, pues tenía valor para verlos llegar y medía los terrenos con mucha precisión y habilidad. Durante la Corrida de Beneficencia efectuada en Madrid el 1 de Junio de1900, el toro "Rubito", de doña Celsa Fontefrede, le infirió una terrible cornada por debajo de la clavícula derecha, que puso en peligro la vida del simpático banderillero. Era un excelente peón de brega, y su Intervención como tal aliviaba mucho el trabajo de los espadas, que siempre tuvieron en Roura un eficaz auxiliar de no escasos conocimientos en la lidia.

Fuente:
http://gestauro.blogspot.mx/2014/04/luis-roura-el-malagueno.html

HONORIO ROMERO "EL ARTILLERO" (XXXX - 1905)

En los primeros años del siglo XX, la red de tranvías eléctricos creció de manera notable. En la foto uno de los flamantes tranvías "Brill" de 36 pasajeros. Estos vehículos fueron ensamblados en México, dentro de los talleres de Indianilla, que fueron construidos con ese fin desde 1898. Las grandes farolas ornamentales del alumbrado público ya eran eléctricas con focos incandescentes. Los fresnos impedían, cada vez más, la vista de gran parte de la Catedral.

Foto de 1905, cortesía de
http://mexicomaxico.org/zocalo/zocaloCatedral.htm#1905

El 28 de abril de 2020 recibí una amable carta del historiógrafo taurino Rafael Gómez Lozano donde me adjunta una copia del periódico "El Popular" (del lunes 23 de abril de 1906, de J. Bonilla) donde cita en su "ESTADÍSTICA TAURINA de la temporada 1905-1906", que el 5 de octubre último (se refiere a 1905), falleció en la conserjería de la plaza de toros "México" el ex banderillero Honorio Romero "El Artillero" a consecuencia de las graves lesiones y heridas que sufrió al ser arrollado por un tranvía eléctrico en la Calzada de La Piedad.


No debo de estar descaminado al pensar que este valeros banderillero, que en 1885 alineó incluso en la afamada cuadrilla de Ponciano Díaz en corrida de toros celebrada en Guadalajara, Jalisco, hubo de tener garbosas virtudes en su accionar en los ruedos que le merecieron especial reconocimiento en el medio taurino, sirva el referir una editorial del distinguido periodista taurino Carlos Quiroz "El Monosabio" que le dedicó el día en que le hicieron una corrida en su beneficio, y que indica: Plaza del Paseo.- Varios toreros mexicanos y españoles, sintiendo todo el peso de la desgracia que gravita sobre Honorio Romero (a) "El Artillero", se pusieron a contribuir con su trabajo para aliviar en algo las penas de éste. Loable acción ante la cual El Mono Sabio inclina la cabeza y levanta la cola.
Se ofrecieron toros del Cazadero y resultaron becerros; se anunciaron espadas y espadotas y resultaron fabricantes de cecina. Pero el público al fin de México, generoso y noble, acudió al espectáculo, colocó ante el altar de la desgracia su óbolo, y satisfecho con haber aliviado en algo una aflicción, honró con su presencia la novillada.
Todo en ella estuvo malo; desde la cogida de "Rebujina" (por fortuna sin consecuencias) buscada por él, hasta el tropezón de Nava. Pero lo bueno, lo mejor, lo incomparable, lo nunca visto, pero lo más merecido, fue la silba que recibió Antonio González (a) "El Orizabeño"…
Un episodio: La trenza que adornaba la cabeza de "El Artillero", cayó entre el filo de una tijera hábilmente manejada por "Rebujina". Una coleta menos, y un tonsurado más.
Fuentes:
http://www.hndm.unam.mx/consulta/publicacion/crearPDF/558a36427d1ed64f16c53c04.pdf?palabras=
https://ahtm.wordpress.com/2011/03/01/miniaturas-taurinas-6/