Los toros dan y quitan

LA MUERTE DE "EL FOFOTES" Y DE 2 NOVILLEROS EN LOS 50´s o 60´s

LA MUERTE DE

Solo para efectos ilustrativos
"La Petatera"
Obra del pintor mexicano Adrián Fernández Gallegos

El 2 de febrero de 2012, recibí una amable carta del Arq. Hugo Alejandro Gutiérrez Padilla (quien es hijo de torero, y en lo personal ha sido subalterno, novillero, torero bufo, monosabio y torilero) donde cita que en la zona del sur y costa del estado de Jalisco, existió por los años 50´a los 60´un torero cómico llamado "El Fofotes" de extraordinarias facultades físicas, además de gran conocedor de la lidia de toros cebúes y criollos que se utilizan en los festejos en dicha zona. Un acto que él realizaba, era ponerles las tepalcuanas a los toros en el testuz y dejarse golpear por ellos. En una ocasión, en una plaza de la zona mencionada, un ganadero llevo en su encierro a un toro denominado "el Diablo"; cuando sale al ruedo, por su bravura y carnes, causa el pánico entre algunos de los toreros y miembros de las cuadrillas que lidiaban esa tarde, por lo que el ganadero se burla de ellos públicamente, diciéndoles que no valen nada y enardeciendo a "Fofotes", que actuaba como torero bufo de una de las cuadrillas. En estos apuros estaban los espantados, cuando el valeroso "Fofotes" se dirige hacia "el Diablo" y lo lidia y domina, y por si fuera poco, le pone las tepalcuanas en el testuz, escarneciéndose del bicho, y de paso del orgullo del ganadero, provocando que éste, al sentirse humillado, y en un arranque de bestialidad inaudita, saque su pistola y desde la barrera arremeta a tiros contra el triunfador "Fofotes" y lo asesine a balazos en el ruedo. Se le recuerda como un atleta incomparable, además de sabio entendedor de las facultades y defectos de cada ejemplar y su lidia más recomendable; otra suerte que ejecutaba, era pasar corriendo por el lomo de los toros (desde el hocico hasta el rabo) cuando humillaban.

En esos mismos días, en el hermoso pueblo de Ayutla, Jalisco, México, en su novenario de muerte, acudieron una cuadrilla de toreros a una corrida, y dos de sus integrantes se enamoraron de la misma mujer, generándose entrambos una desmedida rivalidad y odio, lo que llevó a un pleito posterior de consecuencias funestas, la muerte de los dos toreros, por heridas de arma punzo cortante. Actualmente se encuentran sepultos en el Cementerio de Ayutla.

Nos queda de tarea el investigar el nombre de "El Fofotes" y la fecha y lugar en que se dieron los hechos, y el nombre del asesino y de su suerte, lo mismo que indagar los nombres y rodaje taurino de los dos novilleros enamorados.