Los toros dan y quitan

JOHN CARLOS MARTÍNEZ LOZANO "EL MOCHO" (1976 - 2015)

JOHN CARLOS MARTÍNEZ LOZANO

Angustiosos momentos en que el valeroso lidiador "El Mocho" era atacado por el toro
Ahí quedo el pobre tendido en medio del ruedo, con una cornada de espanto que lo mandó al otro mundo.
http://www.elheraldo.co

El prestigioso periódico colombiano "El Heraldo" informó con pesar el lunes 2 de febrero de 2015, que había muerto otro hombre en las corralejas de San Carlos, Córdoba.- Un hombre murió este lunes luego de recibir una cornada a la altura del pecho por un toro en las corralejas de Carolina, San Carlos, en Córdoba. El hombre identificado como John Carlos Martínez Lozano (de 39 años de edad), a quien le llamaban coloquialmente "El Mocho", debido a que le faltaba uno de sus brazos, entró al redondel entre las 4 y 5 de la tarde y minutos después fue corneado por unos de los animales que salieron al ruedo dejándolo moribundo. Esta es la segunda persona que muere en estas corralejas de Carolina y ocurrió precisamente en el último día de las fiestas. La primera víctima fue Miguel Gómez Suárez quien murió el pasado jueves; éste también fue corneado por un toro en el pecho.
Fuente:
http://www.elheraldo.co/cordoba/otro-muerto-en-las-corralejas-de-san-carlos-cordoba-182752

Por su parte el acreditado medio noticioso "RCN La Radio" en Internet, relató que había muerto otra persona en las corralejas de Carolina cuando desafiaba a un toro en el redondel. Se trata de John Carlos Martínez Lozano, oriundo del corregimiento de Corosito en el municipio de San Pelayo, y conocido como "El Mocho" por la falta de un brazo. El hombre sufrió varias lesiones y fue trasladado al Hospital San Diego de Cereté, donde desgraciadamente llegó sin signos vitales.
Fuente:
http://www.rcnradio.com/noticias/otro-muerto-en-corralejas-de-carolinasan-carlos-190328

Que admirable valor o colmo de la temeridad el intentar burlar a un toro en puntas con semejante desventaja. En otras latitudes allende el mar, no se permite a los discapacitados que participen en sueltas de toros o encierros, pero aquí en la agreste Colombia, pareciera que la vida no vale nada, y que todo está permitido, y lo peor, que nadie se hace responsable de los heridos y muertos. ¡Que el Altísimo reciba en su Gloria a esta víctima de las corralejas y que ayude a su familia!

Sus familiares compungidos, llegaron hasta el centro asistencial de Cereté y señalaron que carecían de los recursos económicos para enterrarlo y que por ello pedían la ayuda de las autoridades y de los organizadores de las corralejas donde ocurrió el episodio. Ante esa situación, el alcalde de Cereté, Francisco "El Negro" Padilla -a quien se le califica de enemigo de la fiesta por razones políticas-, arremetió una vez más contra los escurridizos organizadores de las corralejas y los ganaderos, que siempre se hacen pendejos a la hora de ayudar a los deudos de los fallecidos, y dijo que "ellos deben responder a la familia de los muertos por lo que les ocurrió y sufragar los gastos del entierro", y en esto tiene mucha razón. Dijo con enojo y pasándose de lanza "que es necesario suspender en forma definitiva la realización de ese tipo de eventos que no tiene nada de cultural sino que traen muerte y desolación, además de incrementar el índice de robos, atracos y riñas". Ante su malévolo y torcido pronunciamiento contra las ancestrales fiestas en corralejas, el primero en protestar fue el Presidente de la Asociación de Ganaderías de Toros Bravos, "Asotoros", Guillermo Preciado Lorduy, quien dijo que las corralejas no se van a acabar porque son una tradición que data desde hace más de dos siglos. Argumentó que en la costa hay 102 municipios que realizan corralejas y que ello genera empleo a muchísimas familias en las localidades durante los 525 días de toros.

El alcalde de Lorica, Francisco Jattin Corrales -que no rebuzna nada más porque se está quedando mudo, dicen-, prohibió por razones oscuras, la realización de las corralejas en su territorio igual que "El Negro" Padilla, mientras que el alcalde de Planeta Rica, Rubén Tamayo, autorizó la realización de las fiestas que se inician en este fin de semana, aunque ya otros alcaldes como el de Arjona, Orlando Cogollo - que por seso tiene un repollo, dicen-, ha tomado la tibia decisión "de hacer una consulta pública para definir el futuro de las corralejas y de hacerlas se tomarán medidas de seguridad para evitar episodios de maltrato animal o de participantes heridos por ingresar al ruedo en estado de embriaguez, como suele suceder en muchos poblados de la región", dijo; con lo que poco a poco se gesta el óbito inminente de estas fiestas en corralejas como no se apresten los organizadores y ganaderos a meterse las manos a los bolsillos para pagar los gastos médicos a los heridos e indemnizaciones a los deudos de los fallecidos. Tienen por ejemplo el triste caso de la alcaldesa de La Apartada, Katia Paz Durango, que por tener situación grave de seguridad en el municipio, no autorizó las corralejas a realizarse del 19 al 24 de marzo; porque según comenta esta dama, estas fiestas son aprovechadas por la delincuencia para cometer ilícitos.

Al respecto de pensar en soluciones, se ve a leguas que les está faltando inteligencia a los organizadores y a los ganaderos para comprender que no se pueden seguir haciendo pendejos con los gastos médicos de los heridos, los gastos funerarios de los fallecidos y, con el gasto que les implicará la compra de seguros de gastos médicos y de vida para los participantes y espectadores que asistan a las fiestas en corralejas; porque ya es un reclamo popular el que tengan que ser solidarios con las necesidades de los heridos y deudos de los fallecidos si quieren que estas fiestas perduren. Igual estaban en España, pero poco a poco en los pueblos grandes, al menos, se han establecido ordenanzas para proteger del desamparo a los heridos y familias de los muertos en sus juegos de toros. Esto significa que ya los organizadores y ganaderos no pueden continuar con las ganancias que obtenían en el pasado, sino que han de invertir algo de sus beneficios en pro de garantizar la seguridad social de espectadores y lidiadores, lo que les llevará de paso a mejorar la supervisión de quienes entran al ruedo a lidiar a los toros evitando el concurso de niños, ancianos, discapacitados y alcoholizados, y esto redundará sin duda en una disminución de los muertos y así las autoridades tendrían menos presiones sociales para autorizar las corralejas.

Otra cosa que está faltando en Colombia, es el fomento a las "escuelas taurinas prácticas de las suertes en corralejas", donde con la participación de expertos maestros: picadores, manteros, muleteros, banderilleros, paragüeros, garrochistas, etc, les enseñen a los jóvenes ( utilizando becerros, o novillos con sus cachos cubiertos con fundas de cuero), todas las suertes que se practican en estas fiestas de toros, de manera que se vaya profesionalizando y tamizando la gente a la que se le permita el acceso al ruedo, y así disminuir paulatinamente la cantidad de heridos y fallecidos; no que hoy, ni "Peñas" de aficionados prácticos existen, luego en las corralejas actuales conviven expertos con bisoños, alcoholizados, niños, ancianos y discapacitados, en unas fiestas de sangre plagadas de heridos y muertos, que ni los organizadores junto con los ganaderos podrían sufragar en materia de brindar seguros de gastos médicos y de vida para tan cuantiosa cantidad de lesionados. De modo que les está faltando mucha inteligencia y mucha reglamentación, y ya es tiempo que se apliquen en ello, antes que las autoridades populistas y anti taurinos acaben con tan hermosas fiestas que conforman una industria generadora de muchos empleos para las clases más necesitadas de Colombia.

El punto no es prohibirlas, sino reglamentarlas, profesionalizarlas, y procurar seguridad y apoyo económico a los heridos y deudos de los muertos mediante la compra de pólizas de seguros. Ha llegado la hora de devolver algo de lo mucho que han ganado con los muertos y con los toros. Recuerden que "los toros dan y quitan" y hoy tienen mucha gente presta a acabar con sus ganancias de antaño si no se deciden a apoyar económicamente a las víctimas de la fiesta. "Basta ya que unos cuantos se lleven el dinero y el pueblo se quede con las cornadas y los muertos", por lo que se vislumbra en el mediano plazo, que solo sobrevivan las fiestas en corralejas de los pueblos grandes, con asistencia copiosa de aficionados y entradas más caras que den para pagar el costo de estas pólizas de seguro obligatorias para su autorización, y estar atentos a reducir la siniestralidad de cada fiesta patronal, para reducir su coste futuro.
Otras Fuentes:
http://www.eltiempo.com/colombia/otras-ciudades/un-nuevo-muerto-en-las-corralejas-en-san-carlos/15187255
http://www.eluniversal.com.co/regional/cordoba/muerte-en-corralejas-en-cordoba-vuelve-desatar-polemica-183887


"Muchos gozan y yo regalo ataúdes, dijo El Negro Padilla"
El alcalde Francisco Padilla entregó personalmente este jodido ataúd a la familia de Jhon Carlos Martínez.
Lo que no hicieron los míseros organizadores y ganaderos, lo tuvo que hacer este enemigo de la fiesta que ya está cansado de pagar los platos rotos de las correalejas mientras
que otros se llevan las ganancias.
http://elmeridianodecordoba.com.co/region/item/78896-muchos-gozan-y-yo-regalo-ata%C3%BAdes