Los toros dan y quitan

JOSÉ LUÍS GARCÍA COLLADO (1959 - 1995)

JOSÉ LUÍS GARCÍA COLLADO

Solo para efectos ilustrativos
Imagen de Nuestra Señora de Butarque, Patrona de Leganés, Madrid, España
http://es.wikipedia.org/wiki/Legan%C3%A9s

El 17 de agosto de 1995, José Luis García Collado, de 36 años, murió tras ser embestido por un novillo que le arrinconó contra las vallas mientras contemplaba el encierro de Leganés, Comunidad de Madrid.
Fuente:
http://elpais.com/diario/1995/09/11/madrid/810818673_850215.html

Al día siguiente (día 18), la aplicada editorialista del diario "El País" Ana Roldán, informaba en un amplio reportaje que: Un novillo cornea hasta la muerte a un espectador del encierro de Leganés, destacando que el suelo y las vallas de los 100 primeros metros del recorrido fueron untados de aceite. El Ayuntamiento y las peñas mantienen el festejo de hoy "en homenaje al fallecido".- Los encierros de Leganés (178,000 habitantes) se cobraron ayer una vida, la primera desde hace 13 años. José Luis García Collado, de 36 años, casado y sin hijos, falleció por la mañana en el hospital Severo Ochoa de la ciudad a consecuencia de las heridas que le causó uno de los novillos en el segundo encierro de las fiestas. El astado embistió varias veces al hombre, atrapado contra unas vallas. En menos de un minuto le corneó tres veces y le propinó un fortísimo golpe en la cabeza. Antes de que se diera la salida a los astados, se descubrieron manchas de aceite en los 100 primeros metros del recorrido, que se cubrieron con serrín. Sin embargo, el lugar donde ocurrió la tragedia estaba perfectamente limpio.

Eran las 8.35 cuando el toro volteaba hasta la muerte a José Luis García Collado en el tramo final del recorrido, en la calle del Butarque, justo enfrente de la puerta de la Universidad Carlos III. El toro se ensañó con él, le derribó, y, acorralado contra las vallas, le embistió cinco veces sin que nadie pudiera hacer nada por evitarlo. "Jugó al frontón con él", señalaba uno de los espectadores, testigo presencial de la cogida. En el encierro, en el que no se cometió ninguna irregularidad, según un portavoz de la Dirección General de Protección Ciudadana de la Comunidad de Madrid, se contaba, consecuentemente, con un director de lidia y al menos 10 dobladores (voluntarios que deben velar por la seguridad de los corredores intentando quitarles el novillo de encima y evitar que los animales se escapen). Ningún doblador pudo ayudarle. El fallecido no había ido al encierro a correr las reses. Tanto el amigo que le acompañaba esa mañana como los testigos que se encontraban en la zona manifestaron que José Luis estaba allí como espectador encaramado a una de las talanqueras (vallas protectoras) y que se cayó dentro al resbalarse. En ese momento, el astado, que se dirigía hacia el acceso de la plaza de toros, viró en redondo y se cebó con él. Quienes vieron el suceso comentaron la "absoluta" falta de reflejos del accidentado, según explicó después el alcalde socialista de Leganés, José Luis Pérez Ráez: "Pudo haberse subido".

Tras la noticia del fallecimiento, el alcalde manifestaba que García Collado no se encontraba en condiciones de correr un encierro. En el velatorio del hospital Severo Ochoa, su familia manifestó que no era aficionado a los toros. No se explicaban cómo había acudido esa mañana a las inmediaciones de la plaza. Las incógnitas las contestaba el amigo que le acompañaba en el trágico momento: "Se terció, por eso fuimos (al encierro)". "Otros se arriesgan a correr y nunca, les pasa nada", se lamentaba la hermana del fallecido, ya que era la primera vez que José Luis acudía al encierro. Collado había sido drogodependiente, y fue detenido nueve veces por supuestos delitos contra la salud pública y robo con fuerza, según fuentes policiales.

A las tres de la tarde de ayer, las peñas y el alcalde de Leganés, José Luis Pérez Ráez, decidieron continuar con los festejos. El acuerdo alcanzado fue que hoy volverán a soltarse los toros, "incluso por respeto y homenaje al difunto", señaló uno de los representantes de las peñas. El mismo hombre añadió que no habían existido problemas de seguridad y que se trataba sólo de un "desgraciado accidente". La misma fuente concluyó: "El estaba a favor de los encierros y, por tanto, no le hubiera gustado la suspensión". La familia del fallecido había dicho lo contrario.

Ayer tarde, los concejales de la oposición pusieron el grito en el cielo ante el anuncio del mantenimiento del encierro de hoy que será el último. Los 10 concejales del Partido Popular y los cinco de Izquierda Unida pidieron la suspensión del festejo debido a que, tras lo ocurrido ayer y anteayer, los encierros en Leganés no ofrecen garantías de seguridad. El miércoles, una niña de 13 años sufrió heridas por asta de toro y fue la lesionada más grave de entre las 11 víctimas de los astados. Otros dos menores de edad figuraban entre los heridos. Los servicios médicos tuvieron que atender a otras 18 personas que sufrieron golpes. La Asociación Nacional de Defensa de los Animales (ANDA) pidió que se "extremen las medidas de seguridad para personas y animales en los encierros populares" como medida previa a la total supresión, de estos festejos en un plazo de dos o tres años, informa. Europa Press.

El parte médico facilitado por el hospital Severo Ochoa, donde fue trasladado y después falleció García Collado, señaló que el herido presentaba tres cornadas de asta de toro, una en la región inguinal y dos en el glúteo, así como importantes golpes, especialmente un grave traumatismo craneoencefálico. Aunque las causas exactas de la muerte la fijará la autopsia, que estaba previsto practicar ayer por la noche, en principio los médicos estiman que fue el golpe en la región delantera y lateral izquierda de la cabeza el que le ocasionó la muerte. Los pinchazos sufridos en la pierna izquierda no eran de extrema gravedad, si bien una de las cornadas presentaba una trayectoria de 50 centímetros.

En la enfermería móvil, donde llegó García Collado ya en coma, sangrando por nariz y boca y con la pierna desgarrada, se prepararon para lo peor. No pudieron intervenir quirúrgicamente sus heridas y necesitaron 20 minutos para estabilizar sus constantes vitales antes de trasladarle al hospital Severo Ochoa, donde falleció a las diez y media de la mañana. En el hospital de campaña tuvieron dificultades para poder encontrar una vía en las venas del herido, debido a su adicción a las drogas, y tuvieron que abrirle una en el cuello. Fue el único herido por asta de toro en el encierro de ayer, aunque otras 12 personas tuvieron que ser atendidas de golpes y contusiones. Los heridos del primer encierro -celebrado el miércoles- evolucionan todos favorablemente, incluida la pequeña María Tamayo, de 13 años.

Por su parte, el alcalde de Leganés manifestó, recordando los recientes sanfermines, donde también hubo una víctima mortal, que la participación en los encierros es voluntaria y que lo que hay que insistir es que los corredores estén en condiciones de participar. "Lo que es lamentable es que al fallecido no se le haya pillado antes de la cogida para haberle sacado del recorrido".

En el encierro no sólo murió José Luis García Collado. También se registró un intento de sabotaje del festejo. El primer tramo, en la calle Juan Muñoz, amaneció con grandes manchas de aceite usado de automóvil. El aceite se hallaba también en las talanqueras. Aunque la policía no ha identificado a los responsables de la acción, el alcalde de Leganés sospecha que pudiera tratarse de grupos contrarios a los encierros. "Es gravísimo y reprobable que haya personas que, para defender a los animales, pongan en peligro la vida de las personas", manifestó el alcalde. El encierro fue seguido ayer por 30,000 personas. Las reses, tres vacas y dos novillos, estuvieron en la calle una hora y 55 minutos.